La ciudad de Petra

Considerada por muchos la Octava Maravilla del Mundo Antiguo las ruinas de Petra forman un conjunto deslumbrante. Aquí te contamos cuándo se construyó, quién la descubrió o cómo son el Teatro, el Tesoro y sus principales monumentos.

La ciudad de Petra ¿Cómo era la antigua ciudad nabatea?

¿Dónde está Petra? Cómo era la antigua ciudad nabatea?

Petra fue la capital del reino nabateo, que ellos mismos llamaban Raqmu o Rqm, y que se extendía por un valle rodeado de montañas en la región de Sara, a unos 260 km de Ammán, la capital de Jordania.

Petra se encontraba en el extremo de una extensa red de pistas comerciales, en una zona desértica y pedregosa, que gracias al ingenio hidráulico de los nabateos, quienes desarrollaron canales, aljibes, presas y estanques, fue posible el desarrollo de una agricultura y ganadería para satisfacer las demandas de sus habitantes.

Las ruinas de Petra

El visitante actual de Petra, a pesar de los monumentos funerarios, escasos templos y estructuras domésticas que se conservan de la ciudad, apenas puede entrever e imaginar lo que fue la gran urbe en la antigüedad. Aún así, la ciudad de Petra resulta imponente.

A ella se accede desde el este por un desfiladero, el Siq, el mismo por el que discurre el wadi musa que provocaba importantes inundaciones hasta que en el siglo XX fue desviado su curso. Y a través de él se llega al Khazneh, el monumento más famoso de Petra también conocido como el Tesoro de Petra, que acostumbra a dejar fascinado al visitante, y en el que se grabaron algunas escenas de la película Indiana Jones y la Última Cruzada.

Croquis monumentos de petra
Croquis de las ruinas de Petra

Arquitectura de Petra

Entre la arquitectura de Petra destacan monumentos religiosos, funerarios o de ocio como el teatro. A continuación te mostramos una lista con los monumentos más significativos de la ciudad de Petra.

Las tumbas monumentales de Petra

En la parte sur del Tesoro, junto al Siq, aparecen talladas en la roca una hilera de tumbas monumentales nabateas. Aunque su estado de conservación no es todo lo bueno que se desearía —incluso algunas han sido destruidas por factores naturales— que se piensa que pertenecerían a altos funcionarios o dirigentes de Petra.

Una de estas tumbas conocidas es la de Anesho, ministro de la reina Nabatiyeh Shaquilh II y guardián de su hijo Rabil II en la primera mitad del siglo I a. C.

Además, varias de las estructuras excavadas por todo el yacimiento de Petra son antiguas tumbas que fueron excavadas en la roca. Aparte del conocido Khazneh, la Tumba de la Urna, la de la Seda, la Corintia, del Palacio o la de Sexto Florentino son espacios rupestres que se piensa que sirvieron para albergar los restos de algunas personas destacadas de la sociedad, a juzgar por la monumentalidad de estos espacios.

La Tumba de Sexto Florentino o Sextius Florentinus, que fue gobernador de la provincia de Arabia entre los años 127 y 129, mide 10 por 17 metros y fue excavada en un pequeño cerro de espaldas al centro de la ciudad. La zona elegida para el enterramiento responde a los deseos del propio gobernador. Tal y como recoge una inscripción hallada en la misma.

La fachada está decorada con un frontón con una cabeza de medusa y en la parte superior un frontón y un águila. Es posible que también tuviese urna, como sucede en el Khazneh, pero el estado de conservación no permite asegurarlo. El interior está formado por una única cámara de 8 por 12 metros, con loculi enmarcados por columnas y las paredes enlucidas. Hay quien piensa que este espacio ya existía en época romana y se reutilizó como lugar de enterramiento de Sextiux Florentinus en tiempos romanos.

La Tumba de la Urna recibe este nombre por la urna que se encuentra en la fachada principal. Probablemente se construyó en el 70 d. C., precedida por un patio con columnas a los lados. En la fachada también hay 3 nichos con pequeñas cámaras funerarias y fue adaptada como iglesia bizantina en el 446 d. C.

La Tumba de la Seda se encuentra al norte de la Tumba de la Urna y fue construida en la primera mitad del siglo I d. C., con una puerta central con 4 columnas. El nombre “de la seda” proviene del color de la arenisca de la piedra en la que fue construida.

La Tumba Corintia se encuentra a continuación de la anterior y se encuentra entre los años 40 y 70 d. C.. Mide 26 metros de alto y 27,5 de largo y es muy similar a las tumbas de la Urna y de la Seda, sobre todo en la decoración de la parte superior. En el interior tiene 4 estancias, 3 de forma cuadrada.

La Tumba del Palacio se encuentra al nombre de la Tumba Corintia. Tiene 46 m. de alto y 49 de largo y en su interior tiene 4 puertas y 12 columnas con carácter decorativo. La 4 puertas mencionadas dan entrada a 4 cámaras funerarias, algunas talladas en la pared. Recibe el nombre de Tumba del Palacio por su similitud a un palacio.

La Tumba del Triple Dushara fue excavada en el año 1941 en la zona noroeste de Petra, junto al Jebel Maiserah. Con la fachada rupestre, su interior consta de una cámara cuadrada de 4,5 metros de lado que contenía, por un lado, 3 cráneos de niños, por otro, los cuerpos de una mujer con un niño y, además, fragmentos de huesos junto a cal y ceniza, por lo que se interpretó que se trataba de una incineración. Dos monedas encontradas en el interior de la tumba permiten fecharla entre los siglos I a. C. y III d. C.

Visita Petra

¿Estás pesando en visitar Petra? Si es así debes saber que Petra está perfectamente acondicionado para el turismo. A la llegada se encuentra el Centro de Visitantes que cuenta con un amplio aparcamiento en el que dejar el coche. Es en este Centro donde se adquieren los tickets para la visita. Aunque existen diferentes posibilidades, la entrada general de un día es de 50 JOD, unos 61 €. La entrada de 2 días  55 JOD (unos 67 €) y la entrada para 3 días 60 JOD (algo más de 70 €). La entrada para menores de 12 años es gratuita.

Además de estas tarifas generales existe la posibilidad de contratar visitas guiadas, incluso con transporte por el yacimiento.

En cualquier caso, todos los tickets dan acceso al yacimiento de Petra, constituido como Parque Arqueológico y que además de los monumentos al aire libre consta del Museo de Petra. Un espacio inaugurado en 2019 con 280 objetos de diferentes épocas que tratan de ofrecer una visión general de la civilización nabatea. El museo, además, cuenta con restaurantes para poder comer y es el punto de partida de diferentes rutas.

El Parque Arqueológico de Petra también cuenta con el Museo Nabateo, puesto en funcionamiento en 1994 y que contiene más de 600 piezas procedentes de las excavaciones de la antigua ciudad.

Además, si eres un amante del senderismo estás de enhorabuena. Del Centro de Visitantes de Petra parten diversas rutas de varias horas de duración y dificultad, con destino a alguno de los monumentos de Petra como el Tesoro o ad-Deir y que, además, permite contemplar el paisaje y panorámicas espectaculares del yacimiento.

Petra by Night

Seguro que alguna vez has visto fotos o vídeos de Petra por la noche iluminada con velas. Este evento se llama Petra by Night y tiene lugar los lunes, miércoles y jueves. A las 20:30, partiendo del Centro de Visitantes, los turistas pueden atravesar el Siq alumbrado por velas, hasta llegar al Tesoro. Se trata de una experiencia única e inolvidable cuyo precio general es de 17 JOD (unos 22 €) y que termina a las 22:30 con la vuelta al Centro de Visitantes acompañados por un guía autorizado. Los niños menores de 10 años pueden disfrutar gratis de Petra by Night.

Visita virtual del yacimiento

En marzo de 2020 la Oficina de Turismo de Jordania y Google Maps se unieron para poner en marcha un recorrido virtual por Petra en la que se pueden visitar los principales monumentos de la ciudad comentados por la reina Rania.

Significado de Petra

La ciudad de Petra es mencionada varias veces en la Biblia, pero con el nombre de Selá, palabra que en hebreo antiguo significa “la roca”. Desconocemos el nombre que dieron los nabateos a su capital, pero sí sabemos que los árabes llamaban al lugar wadi Musa, o lo que es lo mismo, “Río Moises”, debido al arroyo que atraviesa el valle. Pero el nombre, tal y como lo conocemos hoy en día deriva del griego, donde Petra significa “la roca”. Sobra explicar el motivo de este nombre.

¿Quién y cuándo se descubrió la ciudad de Petra?

Petra fue una ciudad perdida durante mucho tiempo, al menos para los occidentales. Su descubrimiento tuvo lugar a cargo del explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en el año 1812. Hasta entonces se desconocía el emplazamiento exacto de la capital de los nabateos, una ciudad que aparecía citada en las fuentes antiguas.

Su descubrimiento provocó la llegada de nuevos viajeros europeos ansiosos por conocer la mítica ciudad, pero no fue hasta el siglo XX cuando comenzaron los estudios centrados en un ámbito científico y no aventurero.

Excavaciones arqueológicas en Petra

Las primera excavaciones arqueológicas en Petra comenzaron en el 1929 y han continuado hasta nuestros días, aunque con una interrupción durante la II Guerra Mundial. Con todo, fueron las excavaciones británicas iniciadas en 1958, que se centraron en la zona central del yacimiento, las que permitieron un mejor conocimiento de la arqueología de Petra. Estos trabajos han sacado a la luz una ciudad, capital del reino árabe de los nabateos, rodeada por montañas y cerros que la ocultaban y constituían su mejor defensa. Aun así, hoy en día la mayoría de las estructuras de la antigüedad se encuentran enterradas bajo la arena.

Aún así, se estima que el 80% de la antigua ciudad se encuentra hoy en día enterrada bajo la arena.

Características de la ciudad de Petra

Aprovechando la peculiar orografía, rodeada por montañas y cerros de arenisca, y la facilidad con la que se trabaja esta piedra, los nabateos no dudaron en excavar las paredes rocosas para construir viviendas y tumbas. Las casas vistas desde el exterior parecen cuevas, y en su interior tienen forma más o menos cuadradas y unos altos techos alisados. En varias ocasiones las paredes interiores habían sido talladas con estrías y revocadas con estuco o yeso a las que se le dio una capa de pintura. Las paredes tenían nichos y alacenas para colocar objetos domésticos.

Y es que Petra se encontraba protegida de forma natural y aislada por una serie de cañones excavados por el Wadi Musa y otros cursos de agua secundarios. El único acceso al valle  es la estrecha garganta del Wadi Musa, también llamada Siq, con tramos de hasta 80 m. de profundidad, de 2 km de largo de anchura variable.

Para controlar las crecidas invernales, los nabateos construyeron una presa en el extremo oriental del Siq, junto con un sistema de canales y cisternas que atravesaban el mismo con dirección al centro de la ciudad de Petra. Dicho canal estaba parcialmente excavado en la roca, mientras que otra parte fue construido con piedras, arcilla, terracota y enlucido. Esta obra de ingeniería permitía el abastecimiento de agua a una ciudad que, a pesar de encontrarse en medio del desierto, contaba con fuentes y fabulosos jardines.

En cuanto a las tumbas, en Petra se han documentado tumbas sencillas y centenares de tumbas rupestres excavadas en las laderas de las montañas que rodean la ciudad. Todas ellas son anónimas y las más sencillas se confunden con viviendas, pues parecen simples cuevas.

Historia de Petra

La historia de la ciudad de Petra comienza a finales del siglo IV a. C., cuando se documenta una ocupación seminómada en la zona donde se levantaría la ciudad. Pero el origen de los llamados por Diodoro, en el 312 a. C., como nabateos hay que buscarlo en las tribus o reinos árabes que mencionan las fuentes asirias y en las caravanas de comerciantes que entraron durante siglos en Siria y Palestina.

En estos primeros momentos la ciudad de Petra no debía ser más que un campamento de tiendas, como los de los beduinos actuales, con algunas rocas de los alrededores habilitadas como viviendas. Sin embargo, gracias a la riqueza proporcionada por el comercio, pronto se convertiría en la gran ciudad que conocemos.

Lo que sí conocemos es que a mediados del siglo II a. C. los nabateos ya habían terminado el proceso de sedentarización, formando un reino cuya capital era Petra. En el siglo I a. C. el Imperio Romano intervino en Oriente, puso fin al reino helenístico seleúcida y el nabateo se convirtió en un reino cliente de Roma.

Esta situación cambió en el 106 d. C., cuando el emperador Trajano acabó con el reino nabateo y lo incorporó al Imperio Romano como la nueva provincia de Arabia.

A pesar de que se sabe poco de la época romana de Petra, sabemos que la nueva provincia quedó bajo el control del emperador y la capital se situó en Bosra, en la actual Siria. Una inscripción griega que Trajano otorgó a Petra el título de metrópolis en el 114 y recibió el nombre de Hadriana Petra metrópolis en el 131. Ya bajo el gobierno de Heliogábalo la ciudad de Petra se convirtió en colonia.

Luego la ciudad siguió existiendo, aunque los terremotos del 363, 419 y 551 la dañaron humana y económicamente de forma decisiva. A pesar de ello, la ciudad siguió ocupada por los bizantinos a partir del siglo IV, ahondando en la romanización de la ciudad.

Logros y avances de los habitantes de Petra

Los nabateos eran grandes comerciantes. Mantuvieron contactos con distintas regiones de las que absorbieron costumbres y tradiciones. Pero junto a estos préstamos hay que destacar la creación de un sistema propio de escritura de la que se han recuperado más de 3000 inscripciones. Casi todos textos breves y de carácter religioso. Pero los habitantes de Petra también fueron excelentes constructores e ingenieros. como demuestran las espectaculares construcciones y los complejos sistemas de canalización y control de las aguas.

El enriquecimiento de Petra fue tal que se convirtió en un centro internacional de comercio y punto de encuentro de hasta siete rutas, perfectamente protegidas e indicadas con torres de vigilancia que por la noche hacían las veces de faros en las que los comerciantes podían refugiarse, obtener agua y reponer fuerzas. Estas torres estratégicamente colocadas fueron después aprovechadas por los romanos, quienes las mantuvieron en uso hasta época de los Severos.

La ciudad de Petra en la actualidad

La ciudad de Petra, en Jordania, fue declarada Patrimonio de la Humanidad el 6 de diciembre de 1985.  Incluso la revista Smithsonian la eligió como uno de los 28 lugares que debes visitar antes de morir. Desde entonces se sucedieron las excavaciones arqueológicas para conocer en profundidad la ciudad de los nabateos. Aún así, la mayor parte de la ciudad continúa hoy en día enterrada.

La ciudad de Petra en la actualidad se ha convertido a partir de la declaración de la UNESCO en punto de llegada de turistas de todo el mundo, pero esta declaración también trajo su parte negativa. Y es que las personas que habitaban allí entre las ruinas de la ciudad fueron obligados a marcharse al convertirse el yacimiento arqueológico en centro de peregrinación turística.