Nimrud, llamada Kalhu por los asirios, fue convertida en capital de Asiria por Assurnasirpal II, se encuentra en la confluencia de los ríos Tigris y Zab Menor y en ella se encontraron palacios, templos, marfiles, bonitos ortostatos y las tumbas de varias reinas neoasirias.
La ciudad de Nimrud, citada como Calah en la Biblia y llamada Kalhu por los propios asirios, ocupada de manera ininterrumpida desde el VI milenio a. C. hasta época helenística, fue una de las ciudades más importante de comienzos del I milenio a. C. cuando Assurnasirpal II la convirtió en capital de un gran imperio que extendió su poder por toda Mesopotamia, llegando incluso hasta Egipto.
¿Dónde estaba Nimrud?
Las ruinas de la ciudad asiria de Nimrud se encuentran en Iraq, a 30 km al sureste de Mosul en la antigua confluencia entre los ríos Tigris y Zab Menor, por tanto en un lugar estratégico para las comunicaciones y el aprovisionamiento de agua. Y es que aunque hoy en día la ciudad se encuentra a varios kilómetros del Tigris, en la antigüedad el río fluía al noroeste de la acrópolis.
Capital del Imperio Asirio
Junto a Assur, Nínive y Dur Sharrukin (Jorsabad) fue una de las capitales de Asiria. Aunque la ciudad había sido fundada por Salmanasar I en la primera mitad del siglo XIII a. C., era un pequeño asentamiento hasta que Assurnasirpal II decide convertirla en la capital del imperio en el siglo IX a. C. en detrimento de Assur, la anterior capital. Después, la ciudad siguió siendo residencia real y capital administrativa del imperio hasta que Sargón II construyó Dur Sharrukin, aunque Assarhadon reconstruyó gran parte de la ciudadela en el siglo VII a. C.
El nombre de Nimrud proviene del libro bíblico del Génesis, donde se menciona que un cazador llamado Nimrod estableció una nueva dinastía de la que descenderían los asirios, que pos llamarían Kalhu a la ciudad.
Excavaciones arqueológicas en Kalhu
En 1820 C. J. Rich visitó el yacimiento y nos proporcionó la primera descripción de las ruinas, aunque no sería hasta varias décadas después cuando la ciudad de Nimrud / Kalhu, fue investigada, en un primer momento por A. H. Layard, quien descubrió el palacio noroeste de Assurnasirpal II, y más tarde los trabajos arqueológicos continuaron de la mano de Loftus y Bucher. En esta ocasión se encontraron unos impresionantes marfiles, algunos de los cuales fueron adquiridos hace no mucho por el Museo Británico.
Tras la II Guerra Mundial, los británicos volvieron a Nimrud y continuaron los trabajos a cargo de Mallowan y primero y D. Oates después. Durante estas últimas excavaciones británicas se llevaron a cabo trabajos en todas las áreas de la acrópolis y en la esquina sureste, en el conocido como Fuerte Salmanasar.
Tras un breve paso de una misión polaca, sería la Dirección de Antigüedades de Iraq, bajo el mando de Muayad al-Said quien descubriría las tumbas de las reinas asirias y reconstruiría un importante número de edificios de la antigua capital de los asirios.
¿Cómo era Nimrud?
Las excavaciones arqueológicas demostraron que la ciudad de Kalhu estaba fuertemente fortificada, constaba de varios palacios y templos y viviendas domésticas en las que se encontraron obeliscos, cuidados ortostatos, una cabeza de mujer realizada en marfil y otras piezas clave del arte asirio. Aun así, la mayor parte del tell continúa sin excavar. A continuación te dejamos un mapa de Nimrud con las principales estructuras de la capital asiria.
La ciudad debió ser enorme, ya que se han encontrado restos de la muralla por una extensión de 7,5 kilómetros y encerraría una superficie de 360 hectáreas. Lo más destacado de las ruinas de Nimrud se encuentra en la esquina sureste, donde se situó la ciudadela en la que se construyeron los primeros templos y zigurats, los palacios reales o el fuerte de Salmanasar III.
El Palacio Noroeste
Una de las construcciones más llamativas de la ciudad de Nimrud es el Palacio Noroeste, la residencia real de los monarcas asirios y centro administrativo que tenía unas dimensiones de 200 por 120 m. Se trataba del edificio más grande la la ciudad y en él, A. H. Layard encontró unos espectaculares bajorrelieves decorados con pinturas e inscripciones, vasijas de bronce y marfiles tallados que habrían estado incrustados en muebles.
Los arqueólogos dividen el palacio en 3 secciones a tenor de las funciones que debieron tener:
- La sección norte: en la que se encontraba el área administrativa. Se trataba de una zona pública en la que se encontraban los archivos, almacenes y talleres del palacio. Es posible que tuviese varias entradas y unas escaleras que conducían hasta el río.
- La sección central: dedica a cuestiones de protocolo de la realeza. El suelo estaba decorada con losas de mármol azulado procedentes de Mosul y las paredes con impresionantes relieves con escenas religiosas, de guerra o de la vida cotidiana de palacio de los que la gran mayoría se encuentran hoy perdidos debido a robos.
- La sección sur: en donde se encontraban las estancias domésticas, el harén real y en donde se descubrieron las tumbas reales. En la zona del harén se encontró una importante cantidad de objetos de mármol, entre ellos la conocida como «Mona Lisa de Nimrud». Las puertas de la zona sur estaban decoradas con los famosos lamassu asirios, grandes esculturas de toros alados, algunas de las cuales pueden contemplarse hoy en día en el museo británico.
Es posible que el Palacio Noroeste de Nimrud se construyese entre los años 869 y 865 a. C. y gracias a una inscripción que se conserva en una losa de su interior sabemos que para su inauguración, Assurnasirpal II celebró un banquete. Pero dicho texto no menciona solo la construcción del palacio, sino de la ciudad de Nimrud, la realización de jardines en los que se introdujeron animales exóticos y de como se asentaron en ella personas llegadas de diferentes partes del reino asirio.
La mayor parte de los espacios del palacio estaban suntuosamente decorados con la intención de impresionar a los visitantes y mandar un mensaje. Los bajorrelieves de las paredes, cuidadosamente pintados se centraban en 4 temáticas:
- El poderío del ejército asirio.
- La atención del monarca a los dioses.
- La riqueza material.
- La protección de que los dioses brindaban al imperio asirio.
Además, las imágenes de los dioses protegían a todo el que entraba al palacio, y las imágenes de guerra y prisioneros llevaban tributos ponían sobre aviso a todo aquel que pretendiese desafiar a Asiria.
Las piedras en las que se grabaron los bajorrelieves se obtenían de las proximidades de Kalhu y eran talladas por maestros artesanos esclavos que fueron llevados allí desde el extranjero.
El templo de Nabu
En el lado opuesto a la ciudadela de Nimrud y al lado de la residencia del gobernador de la ciudad, se encontraba el Ezida, el templo de Nabu, dios de la sabiduría. Fue uno de los últimos edificios construidos por Assurnasirpal II cuando eligió Kalhu como capital de su imperio. Sargón II remodeló su estructura a finales del siglo VIII a. C. con la intención de reforzar la relación entre el dios, la realeza y el conocimiento. Incluso se llegó a crear una importante biblioteca en el templo.
Aunque su época de mayor esplendor la alcanzó con Sargón II, el templo de Nabu fue un importante centro de actividad académica desde prácticamente su fundación. En época de Sargón se accedía al Ezida por una gran puerta monumental, la «Puerta de los Peces», llamada así porque estaba custodiada por estatuas de tritones gigantes recubiertas de oro. Mientras que su interior estaba formado por varias habitaciones que se distribuían en torno a un patio.
El palacio del gobernador de Kalhu
Se trata de un edificio construido con ladrillos de barro posiblemente por Salmanasar III, ricamente decorado con pinturas, situado al noroeste del templo de Nabu y en la parte central del tell. Tan solo se ha excavado un área de 50 x 50 m. pero parece que el palacio habría sido mucho más grande. Al igual que otros palacios asirios se construyó en torno a un patio central.
En torno al patio se construyeron un importante número de salas de audiencia y en la esquina noroeste o sala de abluciones o para baños rituales. impermeabilizada con betún y dotada de un sofisticado sistema de drenaje.
En el palacio del gobernador de Nimrud se encontraron más de 200 tablillas, la mayoría provenientes de 3 salas situadas inmediatamente al norte del patio central. Una de la salas también contenía un centenar de piezas cerámicas, que formaban una vajilla de gran calidad, colocadas sobre una plataforma o altar, y bajo esa plataforma se encontraron varios documentos cuneiformes, tal vez porque se trataba de un archivo del palacio.
El Fuerte Salmanasar
En realidad se trata de un palacio construido por Salmanasar III —lo sabemos porque se encontraron ladrillos inscritos con su nombre— para que fuese su residencia. La designación de «Fuerte» es la que le dieron los excavadores cuando apareció debido a sus características arquitectónicas y porque en su interior se encontró un importante arsenal militar.
El fuerte Salmanasar constaba de grandes patios y en su interior, además de las estancias de la residencia privada del monarca, se documentaron talleres, cuarteles, marfiles tallados o una importante cantidad de textos administrativos que permitieron recomponer la vida de palacio y el funcionamiento del ejército.
El Fuerte salmanasar se encontraba en la zona sureste de Kalhu, lejos de donde se ubicaba la ciudadela y en donde se solían construir los palacios. El motivo de esta ubicación es el arsenal que contenía el palacio, siguiendo la norma de lo que sucedía con los arsenales de otras capitales asirias como Nínive o Dur Sharrukin donde el arsenal se encontraba lejos de la ciudadela.
Las tumbas de las reinas asirias
Entre los años 1988 y 1990, con ocasión de los trabajos de restauración y excavación en el Palacio Noroeste de Nimrud, la misión arqueológica iraquí dirigida por Muzahim Mahmud Hussein encontró tres hipogeos reales, dos de los cuales se encontraban intactos. Las tumbas se encontraban bajo los suelos de las habitaciones.
En el Hipogeo II, dentro de un sarcófago se encontraron dos cuerpos femeninos que habían sido enterrados en momentos diferentes. Según las inscripciones se trataba de la esposa de Tiglatpileser III, la reina Jaba, y la de Sargón II, la reina Atalia. Los cuerpos fueron enterrados con ricos ajuares compuestos por lujosos objetos de oro y una tablillas de piedra de la reina Jaba permiten conocer mejor los ritos seguidos. Además, estudios antropológicos y paleopatológicos permitieron obtener información sobre la constitución física y la salud de ambas reinas.
En el Hipogeo III se encontraron los restos de las esposas de Assurnasirpal II y Salmanasar III, lo que nos permite lanzar la hipótesis de que es posible que reyes y reinas se enterrasen en lugares específicos para cada uno, pues Assurnasirpal II fue enterrado en Assur junto a otros monarcas asirios.
Los marfiles de Nimrud
Durante las excavaciones se encontraron miles de objetos de marfil tallados. El marfil, al igual que los metales preciosos era conseguido por los reyes asirios principalmente como botín de guerra o como pago de tributo de reinos vecinos a cambio de mantener su independencia.
Pero ¿de dónde procedía el marfil?
Es muy probable que el origen del marfil fuesen los colmillos de elefantes y dientes de hipopótamos de Egipto y Nubia. Este marfil llegaría mediante intercambios comerciales a las ciudades-estado de la costa siro-palestina, donde serían tallados por artesanos locales.
A la hora de realizar las piezas, los artesanos estaban limitados por el tamaño del marfil, por lo que la mayoría de objetos son de pequeño tamaño. Pero también nos encontramos con grandes muebles, sillas o camas que fueron elaborados ensamblando piezas. De hecho los marfiles de estos muebles contenían marcas que indicaban por donde se tenían que unir. De hecho los muebles de marfil debieron ser muy preciados por los monarcas.
El obelisco de Salmanasar
El obelisco negro de Salmanasar es un monumento de piedra caliza negra, erigido en torno al año 827 a. C. para conmemorar los éxitos del rey asirio durante los 31 años de su reinado. Levantado en un patio del conocido como «Edificio Central» de Nimrud hoy en día se encuentra expuesto en el Museo Británico de Londres.
El obelisco mide algo menos de 2 m. de alto y está tallado por sus 4 caras y con la parte superior escalonada. como si representase un zigurat. En cada una de las caras se representa la entrega de tributos que los reinos sometidos entregaban a los asirios.
El saqueo y la destrucción de Nimrud
Al igual que el resto de yacimientos iraquíes, Nimrud ha sufrido los estragos de los vaivenes políticos y militares del país, afectado por el embargo internacional tras la Guerra del Golfo y la invasión de 2003. Sin embargo, la peor destrucción la sufrió entre marzo y abril de 2015 cuando los terroristas del DAESH o Estado Islámico detonaron varias bombas y destrozaron con mazas varios relieves del yacimiento.
En Nimrud existe un antes y un después de ese año. El yacimiento se encontraba bajo el control de Estado islámico desde 2014, pero no fue hasta enero de 2015 cuando salieron a la luz unas imágenes en las que se apreciaba que el palacio Noroeste había sido dañado, pero fue el 5 de marzo de 2015 cuando varias organizaciones denunciaron que los terroristas provocaron varias detonaciones y arrasaron las ruinas con vehículos pesados. La confirmación a estos destrozos vino cuando el 11 de abril el DAESH publicó un vídeo en el que mostraba los daños causados tras saquear previamente el yacimiento.