Jardines Colgantes de Babilonia

¿Dónde estaban ubicados los Jardines Colgantes de Babilonia?, ¿cuándo se destruyeron?, ¿cómo eran estos jardines y quién los construyó? Si buscas respuesta a alguna de estas preguntas estás de enhorabuena.

Aquí te contamos la historia de los jardines colgantes, una de las construcciones más conocidas de Babilonia junto a la Torre de Babel o la Puerta de Ishtar.

Reconstrucción de los Jardines Colgantes de Babilonia

Uno de los mitos sobre la ciudad de Babilonia que ha pervivido desde la antigüedad es la idea de que existió en la ciudad unos jardines colgantes de enorme belleza que dejarían sin palabras a quien los contemplase. De hecho, los jardines formaron parte de una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Pero, ¿qué hay de verdad y de mito en la historia de los jardines colgantes de Babilonia?

¿Cómo eran los Jardines Colgantes de Babilonia?

La descripción mas completa sobre los jardines la encontramos en Diodoro de Sicilia. En su obra, escrita en el siglo I a. C. nos dice lo siguiente:

Estaban también, junto a la acrópolis, los llamados jardines colgantes, obra, no de Semíramis, sino de un rey sirio posterior que los construyó para dar gusto a una concubina. […] Cada lado del parque tenía una extensión de cuatro pletos (unos 120 m), su acceso era en talud, como el de una colina, y las edificaciones se sucedían unas a otras ininterrumpidamente, de modo que el aspecto era el de un teatro. Las terrazas fueron hechas de modo que bajo cada una de ellas quedasen pasadizos de fábrica, que soportaban todo el peso del jardín y se iban levantando en el escalonamiento, elevándose poco a poco los unos sobre los otros de un modo paulatino e ininterrumpido. […] Las cubiertas estaban techadas con vigas de piedra que tenían una longitud de 17 pies contando con las solapas, y un ancho de 4. La techumbre sobre las vigas tenía primero una capa de cañas embadurnadas con gran cantidad de asfalto, después dos filas de ladrillos unidos con yeso, y recibía también como tercera cubierta una techumbre de plomo, para que la humedad de las terrazas no llegase abajo. Sobre estas se había acumulado un espesor de tierra suficiente para las raíces de los árboles de mayor tamaño; el suelo, una vez que fue nivelado, estaba lleno de árboles de todas las especies que pudiesen, por su tamaño o por otros atractivos, seducir el espíritu de los que los contemplasen. Los pasadizos, al recibir la luz por encontrarse los unos más elevados que los otros, contenían muchas estancias regias de todo tipo; había una que contenía perforaciones procedentes de la superficie superior y máquinas para bombear agua, mediante los cuales se elevaba una gran cantidad de agua del río sin que nadie situado en el exterior pudiese ver lo que ocurría.

Siguiendo las fuentes clásicas y la información que aportan excavaciones arqueológicas y relieves en donde aparecen grabados jardines, Santiago Beruete en su obra Jardinosofía. Una historia filosófica de los jardines, propone que los famosos jardines de Babilonia se construyeron sobre dos hileras de cámaras abovedadas, lo que haría que los árboles y plantas colgasen desde una altura de 23 metros. Mientras que las terrazas, rellenas de tierra para que pudiesen crecer las plantas, se construirían con ladrillo cocido impermeabilizado con betún y plomo.

Tal obra necesitaría un sofisticado sistema de regadío, que según Beruete consistiría en la obtención de agua del Éufrates. mediante la excavación de pozos bajo las bóvedas que debían llegar hasta la capa freática del río. Después, el agua se elevaría a la superficie mediante cadenas de cangilones que serían movidas por animales o esclavos.

Curiosamente, no hay ningún texto babilónico de la época que nos hable de la construcción de los jardines ni de la existencia de los mismos.

¿Quién los construyó?

Según la tradición Nabucodonosor II se casó con Amitis, una princesa meda hija o nieta de Ciaxares, para formalizar una alianza entre babilonios y medos.

Pero al trasladarse a vivir a Babilonia, Amitis comenzó a echar de menos la vegetación y las montañas de su hogar. El rey, su esposo, para contentarla construyó en el palacio unos jardines. Son los famosos jardines colgantes de Babilonia, de los que no tenemos imágenes reales en relieves ni esculturas.

LLama la atención que ningún texto de Nabucodonosor, rey babilonio a quien la tradición le atribuye la creación de los jardines de Babilonia y con quien el imperio babilónico alcanzó su máximo apogeo, mencione tal hecho. Tampoco Heródoto, el historiador de la antigüedad más próximo a los hechos.

Diodoro, por su parte menciona que los construyó Semíramis, la legendaria reina asiria, de ahí que en alguna ocasión se les cite como Jardines Colgantes de Semíramis.

¿Dónde estaban?

Durante las excavaciones alemanas en Babilonia se identificó en la esquina noreste del Palacio Sur una estructura formada por 14 salas alargadas dispuestas en dos hileras y cubiertas por bóvedas.

La existencia de pozos y conducciones de agua hizo pensar en que este sería el emplazamiento de los famosos jardines, pero hoy en día se piensa que se trataría de una zona de almacenes y por tanto no se trataría de los restos de los Jardines.

Se han propuesto otras alternativas. Una es que los jardines estuviesen situados en el bastión occidental que protegía el palacio de las crecidas del Éufrates. Otra posibilidad planteada fue las terrazas del zigurat, el Etemenanki, pero ninguna de ellas parece la correcta.

¿Existieron en realidad?

Los autores clásicos que mencionan los jardines no podían haber contemplado tal obra de ingeniería. Sus conocimientos provendrían de tradiciones y leyendas que no se ajustarían a la realidad. De hecho, son frecuentes en sus obras las confusiones entre lo asirio y lo babilonio. Una de la más llamativas es cuando Diodoro de Sicilia sitúa Nínive a orillas del Éufrates, cuando en realidad se encuentra a orillas del Tigris. Este mismo autor confunde las murallas de Nínive con las de Babilonia.

Un ejemplo de la confusión entre las dos ciudades es cuando al describir un palacio de Babilonia habla de paredes esculpidas con relieves en piedra de escenas de caza y batalla, unas representaciones bien conocidas en el palacio de Senaquerib en Nínive.

Pero, ¿a qué se debe esta confusión entre Nínive y Babilonia? Pues según algunos escritores griegos se debe a una confusión astronómica relacionada con la medición de la latitud desde Nínive en lugar desde Babilonia, como hasta hace poco se había pensado.

¿Los Jardines Colgantes de Nínive?

La explicación a estas confusiones entre Asiria y Babilonia la podemos encontrar en que el monarca asirio, Senaquerib, en ocasiones también utilizaba el título de rey de Babilonia.

Según Stephanie Dalley, profesora asociada del oriental Institute de Oxford, no debería extrañarnos que los jardines colgantes existiesen realmente, pero que no se encontrasen en Babilonia, sino en Nínive, donde en el palacio de Senaquerib sí se encontraron bajorrelieves con frondosos jardines que eran regados por un acueducto.

Estos avances en el estudio de los jardines colgantes de Babilonia que se han producido gracias al estudio de los textos no pueden ser corroborados hoy en día por la arqueología.

Es posible que con lo que sabemos actualmente, una excavación arqueológica científica pudiese encontrar evidencias de la existencia de un jardín en algunos de los palacios de Nínive. Sin embargo, la situación de inseguridad en la región hace imposible cualquier tipo de investigación.

¿Quién los destruyó?

Según las fuentes antiguas, cuando Alejandro Magno entró en Babilonia los jardines colgantes ya se encontraban en ruinas, habían sido parcialmente destruidos. Pero si los jardines colgantes estaban en realidad en Nínive, de esto se deduce que en Babilonia también existirían jardines, aunque los famosos, los que formaron parte de una de las siete maravillas fuesen los de Nínive.

Curiosidades

  • Formaban parte de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo.
  • En realidad las plantas no colgaban, sino que era una ilusión óptica al sobresalir de diferentes terrazas.
  • No debieron ser exclusivos de Babilonia. Ya que este tipo de jardines serían muy comunes en Mesopotamia durante la antigüedad.
  • Con la decadencia de la ciudad los jardines fueron abandonados, pues su mantenimiento debía ser muy costoso.
  • Como última curiosidad, querría mencionar que hay quien se atreve a hacer reconstrucciones de los jardines Colgantes de Babilonia en minecraft. A continuación puedes ver un vídeo con un ejemplo de ello.

Las 7 Maravillas del Mundo Antiguo

Los Jardines Colgantes formaron parte de la 7 Maravillas del Mundo Antiguo. Una lista que fue variando a lo largo del tiempo, pero que la que mayor consenso adquirió la forman los siguientes monumentos:

  • Los Jardines Colgantes de Babilonia.
  • El Templo de Artemisa en Éfeso.
  • La Estatua de Zeus en Olimpia.
  • El Faro de Alejandría
  • La Pirámide de Guiza.
  • El Mausoleo de Halicarnaso
  • El Faro de Alejandría
  • Coloso de Rodas

Los Jardines de Babilonia en las fuentes clásicas

Las únicas referencias a los míticos jardines las encontramos en autores posteriores, cuando la ciudad de Babilonia ya había sido tomada por los persas o destruida.

Diodoro y Beroso dicen que fueron obra de Nabucodonosor II, pero Quinto Curcio Rufo en su Historia de Alejandro Magno atribuye su creación a un rey asirio que conquistó Babilonia. Sin embargo, tampoco debemos considerar a Quinto Curcio Rufio una fuente muy fiable en esta cuestión, ya que el historiador romano menciona los jardines como si se mantuviesen en perfecto estado de conservación en su época, cosa que sabemos que era falsa.

Beroso, un sacerdote y astrónomo babilonio que vivió en el siglo III a. C., parece el historiador más fiable. Su obra no se ha conservado, por se conoce parcialmente por citas que hicieron otros autores y la arqueología ha podido comprobar que varias de las afirmaciones que hace sobre las construcciones de Babilonia son ciertas, por tanto cabría esperar que los famosos jardines también lo fueran.

Cuenta Beroso que se construyeron terrazas de piedra que imitaban montañas y que creaban un sorprendente efecto estético y facilitaban el riego.  Según él, fueron un regalo de Nabucodonosor II a su esposa, la princesa meda Amytis, de la que tampoco hay constancia en las fuentes.

LLama la atención que Heródoto menciona las importantes obras de ingeniería para el riego que existirían en Babilonia, pero no dice nada de la existencia de unos jardines colgantes en la ciudad.

El geógrafo e historiador griego Estrabón realizó una minuciosa descripción de los Jardines Colgantes de Babilonia, destacando de ellos su regularidad, la existencia de una especie de tornillos que sacaban el agua del Éufrates para su riego y escaleras para llegar a los distintos niveles de la terraza. Otros autores clásicos que también mencionan los citados jardines son Filón de Bizancio y Flavio Josefo.

Imágenes reales de cómo serían los Jardines Colgantes

Debemos tener en cuenta que los reyes neoarios de los siglos IX al VII a. C. en su programa propagandístico incluían la creación de excelsos jardines en los que vivían animales exóticos, en lo que sería otro dato más a favor de que los jardines colgantes de los que hablan los autores clásicos se encontrasen en Nínive y no en Babilonia.

Algunos de estos jardines los dejaron grabados en relieves. Aquí te dejamos algunos dibujos e imágenes reales de los relieves de jardines en Mesopotamia.

¿Buscas fotos de los Jardines Colgantes de Babilonia?

Pues desgraciadamente tenemos que informarte de que no existen fotos reales de los jardines de Babilonia en la actualidad. Al no haber ningún rastro físico de ellos es imposible obtener cualquier foto. Lo único que existen son imágenes de recreaciones de los Jardines Colgantes de Babilonia a todas luces fantasiosas.

Imágenes Jardines Colgantes de Babilonia
Imágenes Jardines Colgantes de Babilonia

A continuación te dejamos el vídeo más completo y con información de calidad que hemos encontrado en YouTube sobre los jardines colgantes de Babilonia.

Los Jardines Colgantes en la actualidad

Aunque pueda parecer una cosa propia del mundo antiguo, y en concreto de Babilonia, los jardines colgantes están de moda en la actualidad. Con el desarrollo del urbanismo y la preocupación por el cuidado del medio ambiente, cada vez son más las ciudades en las que en algunos de sus edificios han decidido colocar lugares verdes en sus fachadas o terrazas y azoteas, creando la sensación de jardines verticales.

Fuentes y referencias

  • BERUETE, S. (2016), Jardinosofía. Una historia filosófica de los jardines, Turner.
  • DALLEY, S. (2013), The Mystery of the hanging Garden of Babylon: An Elusive World Wonder Traced, Oxford.
  • https://www.ancient.eu/Hanging_Gardens_of_Babylon/
  • https://blog.britishmuseum.org/paradise-on-earth-the-gardens-of-ashurbanipal/
  • https://www.britannica.com/place/Hanging-Gardens-of-Babylon
  • https://www.telegraph.co.uk/news/earth/environment/archaeology/10470443/Pictured-the-real-site-of-the-Hanging-Gardens-of-Babylon.html

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Fernando

Fernando

Me llamo Fernando Espejel y soy doctor en Estudios del Mundo Antiguo por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid. Me apasiona todo lo relacionado con la arqueología del Próximo Oriente y he participado en diversos congresos nacionales e internacionales.