Fuentes para el estudio de la historia de Hatra
La historia del reino de Hatra es problemática y solo conocida parcialmente. Nuestro conocimiento se basa en unas cuantas inscripciones autóctonas y en referencias externas. Esto es, conocemos hechos acontecidos entre el siglo I d. C. y el 240-241 d. C. cuando Sapur I la arrasó tras un asedio y deportó a los supervivientes.
La historia de Hatra entre Roma y el reino Parto
En cualquier caso, la historia de Hatra, al igual que la de otros reinos caravaneros como Palmira y Petra, estuvo ligada a la secular pugna entre romanos, partos y sasánidas. Hatra se mantuvo casi siempre en primera línea de guerra.
Las primeras inscripciones que nos hablan de la región datadas con certeza se remontan al 97-98 d. C. Aún así, sabemos que en el 64 a. C. se constituyó la provincia romana de Siria, mientras que al otro lado del Éufrates se encontraban las provincias partas de Mesopotamia y al-Yazira, y dentro de esta última se encuadraba Hatra.
En un primer momento los romanos decidieron mantener en el poder a reinos clientelares muy heterogéneos, pero pronto se lanzaron a disputar a los partos el reino frontera de Osroena y su influencia sobre Armenia. Pero la derrota romana en la batalla de Carras en el 53 a. C. puso freno a las ambiciones romanas durante un tiempo.
Estos años de paz produjeron un beneficio mutuo entre ambos imperios, ya que asentaron sus propios sistemas y favorecieron el enriquecimiento de sus provincias y reinos clientes. En este periodo la seda se convirtió en un producto de lujo que como intermediarios comercializaban las gentes de Hatra entre muchas otras.
En época de la dinastía Flavia, el Imperio Parto señalaba la existencia de una gran Hatrena. Justo a estas fechas se remontan las inscripciones de una tumba y una fase del Templo VIII de Hatra. También de esta época debieron ser los últimos señores de la primera dinastía conocida en la ciudad y que se hacían llamar «mry’ de Hatra», y a quienes se les atribuye la construcción del iwan de la Bait Alaha.
Las gentes de Hatra y su rey combatieron junto al rey parto Osroes en la Guerra Pártica de 114 a 117 contra Trajano. Un enfrentamiento en el que las legiones romanas obtuvieron importantes victorias, pero sin obtener un triunfo decisivo ni conseguir una verdadera ocupación del territorio. En este enfrentamiento la habilidad de Osroes y sus poderosas tropas consiguieron que Trajano fracasara en su asedio a Hatra y moriría en el 117. Unos años más tarde, en el 123 el emperador Adriano firmó una paz con Osroes que estableció la frontera entre Hatra y Roma en el Éufrates.
La eficacia de la guerra contra Roma debió reforzar el papel de los señores de Hatra, además, la paz firmada hizo que la ciudad viviese una prosperidad económica gracias al comercio caravanero. En el siglo II los reyes de Hatra aún seguían titulándose mry’, (señor). Tal es el caso de Nasru, quien grabó una inscripción donde se enorgullece de construir la puerta norte y la muralla. Sin embargo. sus hijos Wolgas y Sanatruq I ya se titulas mry’ (señor) y mlk’ (rey).
La historia de Hatra dentro del reino Parto
Hatra siempre se mantuvo dentro del reino parto, aunque eso sí, poco a poco se fue convirtiendo en un reino frontera. Las campañas de Septimio Severo dejaron Osroena como una pequeña entidad, y a su muerte en el 211 Hatrena era la verdadera frontera con los partos. Pero la ciudad de Hatra y su entorno no era fácil de derrotar. En el 199 Septimio Severo fracasó en su asedio a la ciudad de Hatra, en un asedio que fue narrado por el historiador y funcionario romano Herodiano.
Y es que la guerra del desierto, fuese cual fuese el enemigo, nunca fue fácil para los romanos. En el año del fracaso de Septimio Severo era mry’ y mlk’ de Hatra, Absamiya, que en una inscripción se proclamaba «rey de los árabes». Sería el quien firmase una paz con Roma tras derrotar a Septimio Severo. Con su sucesor, Vologeses V la paz se mantuvo, pero las legiones romanas alcanzaron Singara, una zona frontera directa con Hatrena.
La edad dorada de la historia de Hatra
Con la derrota de los romanos, la ciudad de Hatra parecía cabeza de un poderoso reino. Los títulos de los reyes apuntan en la misma dirección, además, en esta época la ciudad debió adquirir su carácter monumental y fortalecer la estructura de redes de comunicación y defensa del territorio. Sin embargo, la situación cambió rápido. El reinado del último monarca conocido de Hatra, Sanatruq II, debió ser complicado.
La caída de Hatra
Cuando Hatra estaba en su cénit se produjo el hundimiendo del reino parto y el ascenso de los sasánidas. En el año 216 Caracalla emprendió una nueva «guerra pártica». La contienda se extendió durante dos años hasta que se firmó una paz. Pero entonces Hatra fue asaltada desde Irán.
En el año 224 el rey parto, Artabano IV fue derrotado por un noble rebelde, Ardaxsir, miembro de la familia de los Sasan. Tras la derrota de Artabano IV se coronó su hermano Vologeses VI, que a pesar de que dominaba un extenso territorio, no pudo evitar que los sasánidas fueran conquistando poco a poco los restos del imperio arsácida. Es posible que los reyezuelos locales cambiaran de aliado, incluso que Hatra aceptase ayuda romana y la instalación de soldados romanos dentro de la ciudad.
La ayuda romana sirvió de poco, ya que Hatra fue atacada por Ardaxsir en el año 229, y ocupada y destruida en el 240, lo que supuso la desaparición del reino de Hatrena y su integración en el imperio Sasánida. Tras Sanatruq II no existen pruebas evidentes de una ocupación continuada de la ciudad, y cuando siglos después los soldados de Amiano Marcelino cruzaron por donde debió estar la ciudad ya solo quedaban ruinas de la misma.
Desde entonces, la ciudad de Hatra desaparece para el mundo occidental y no volvemos a saber nada de ella hasta que en 1836 fue descubierta por el diplomático británico John Ross.