Invadidos hoy día por la moderna Mósul, los imponentes restos de Nínive han inspirado a viajeros, artistas y arqueólogos y sus piezas se encuentran repartidas en colecciones de todo el mundo. ¿Quieres descubrir dónde estaba Nínive, cómo era la ciudad, sus relieves o los reyes que la habitaron? Aquí te lo contamos.
A continuación te dejamos una lista con los lugares, personajes y acontecimientos más destacados relacionados con la ciudad de Nínive.
¿Donde está Nínive?
La ciudad de Nínive se encuentra en Mosul, en el actual Iraq, en la confluencia de los ríos Tigris y Khosr. Enclavada en un importante estratégico en la antigüedad por el que pasaban varias rutas, en ella destacan dos importantes montículos: el de Kuyunjik y el de Nebi Yunus o del profeta Jonás.
El significado de Nínive en la antigüedad
Nínive es una antigua ciudad asiria de una extensión inmensa, hasta el punto que fue una de las ciudades más grandes de la antigüedad. En el I milenio a. C., cuando la realeza de asiria deja de estar asociada a la ciudad de Assur, fue nombrada capital del Imperio Asirio por Senaquerib.
Nínive en la Biblia
Nínive es muy nombrada por los autores antiguos y en la Biblia, donde se ofrece una visión muy negativa de la ciudad. Pero ¿cuál es el significado de Nínive en la Biblia? En las Sagradas Escrituras se nos dice que fue fundada por un antepasado de Noé, llamado Nimrod y, además, se lanzan contra ella todo tipo de profecías. En el libro de Jonás se nos presenta a Nínive como una ciudad malvada relacionada con el pecado y el vicio. Incluso el profeta fue enviado por Dios a ella para predicar su destrucción, aunque el arrepentimiento de los habitantes les salvó del trágico fin y Dios perdona a Nínive.
Las excavaciones arqueológicas
A pesar que el área ocupada era mucho mayor, las excavaciones se centraron en los dos tells principales: Kujunjik y Nebi Yunus, ya que era donde se encontraban los palacios y templos. La parte sur del yacimiento también estaría ocupada, pero hoy se encuentra cubierta con casas modernas.
Las excavaciones científicas en Nínive comenzaron en la década de los 40 del siglo XIX bajo la dirección de A. H. Layard. A pesar de que las técnicas empleadas dejaban que desear, el diplomático inglés sacó a la luz el palacio de Senaquerib o la biblioteca de Assurbanipal y múltiples piezas de las que la mayoría fueron a parar al British Museum.
Las excavaciones continuaron en un primer momento con H. Rassam y G. Smith, quienes siguieron consiguiendo piezas para el museo londinense, y después, ya en el siglo XX por Leonard William King y Campbell-Thompson.
Con la creación del moderno estado de Irak, desde mediados del XX serían los arqueólogos de la Dirección General de Antigüedades de Irak la que se haría cargo de la investigación en el yacimiento de Nínive.
¿Cómo era la ciudad en la antigüedad?
A continuación te dejamos un vídeo con una reconstrucción de la Nínive del I milenio a. C. Pero si quieres conocer todos los detalles sigue leyendo tras el vídeo.
Nínive durante la Prehistoria
La ciudad asiria de Nínive tuvo varias fases de ocupación. Los restos de una pequeña aldea agrícola ocuparon la zona desde el VII milenio a. C. No sabemos casi nada de esta primitiva aldea, pues la mayor parte de sus restos están enterrados bajo las construcciones posteriores.
En el V milenio a. C. el sitio estuvo ocupado, pues Mallowan encontró material del Ubaid como improntas de sello, hoces de arcilla o cerámicas típicas del período, algunas de grandes dimensiones que contenían el cuerpo de niños. Una práctica funeraria muy extendida en época Ubaid.
A partir del IV milenio a. C. la ciudad empezó a cambiar. Desde este momento se convertiría en un centro urbano que ocuparía las 40 ha de extensión del tell de Kuyunjik. La razón de este crecimiento habría que buscarla en la situación de Nínive, en plena ruta comercial que unía el Tigris con una región rica en materias primas como Anatolia.
Desgraciadamente, la excavación de Nínive se hizo con demasiada rapidez y no se tuvo cuidado en distinguir los muros de adobe, por lo que no fue posible reconocer estructuras, tan solo una gran cantidad de cuencos de borde biselado esparcidos por todo el tell. Además, hay que tener en cuenta que las construcciones de esta época se levantaron sobre una línea de falla, por lo que han sido dañadas por terremotos.
A finales del IV milenio a. C., Nínive se convertiría en un importante centro de culto a la diosa Ishtar. De hecho, los primeros documentos mencionan a la ciudad con el nombre de Ninua, que posiblemente esté en relación con los prefijos Nin y Nina, muy común en el nombre de los dioses asirios, es más, hay quien piensa que Ninua podía significar «Casa de la diosa», concretamente de la diosa Ishtar.
Período Ninivita V (III milenio a.C.)
De la primera mitad del III son numerosas cerámicas pintadas y sellos y sus improntas encontradas en un sondeo realizado en Nínive. Esta cultura material tan característica de la alta Mesopotamia entre el 3200 y el 2500 a. C. dio nombre a un periodo conocido como Ninivita V.
Estas cerámicas y sellos lo que demuestra es la existencia en Nínive, y en toda la región septentrional, de una economía centralizada. Además, es en estos momentos cuando Nínive empieza a destacar como centro religioso.
II milenio a. C.
En el II milenio a. C., con la conquista de la ciudad por Shamshi Adad I a comienzos del siglo XVIII a. C., Nínive se convirtió en un gran centro religioso. Shamshi Adad reconstruyó el templo de Ishtar y el zigurat anexo y la ciudad quedó integrada dentro de un gran reino que abarcaba desde el Éufrates hasta las llanuras orientales del Tigris.
Los reyes medioasirios posteriores continuaron la labor constructiva, levantando palacios y jardines, lo que provocó una expansión de la ciudad al norte de Kuyunjik en los últimos siglos del II milenio a. C.
Período Neoasirio (I milenio a. C.)
La mejor conocida es la de la primera mitad del I milenio a. C. cuando Senaquerib instaló en ella su capital. Se trataba de una gran ciudad fortificada, cuya muralla tenía más de 10 km de desarrollo y en la que se han excavado hasta 5 puertas, aunque se sabe que había más.
A continuación te mostramos un mapa de Nínive en el siglo VII a. C.
Nínive creció y se embelleció notablemente durante el I milenio a. C. Senaquerib construyó por aquel entonces su su «palacio sin rival» con los famosos bajorrelieves, algunos de los cuales se exponen en el Museo Británico.
Obras públicas, fuentes, parques o acueductos para abastecer de agua a una ciudad con una población hasta entonces nunca vista necesitaban de importantes obras de ingeniería, incluso hoy en día son varios los historiadores y arqueólogos que se inclinan a pensar que los Jardines Colgantes, una de las Siete Maravillas de la Antigüedad, no se encontraban en Babilonia sino en Nínive.
Con Asurbanipal, nieto de Senaquerib, los palacios de Nínive tenían jardines y parques anexos que trataban de similar un paraíso terrenal. De hecho, son varias las inscripciones de los monarcas neoasirios en los que se menciona la llegada de plantas y animales de diferentes lugares del imperio para la creación de parques y jardines.
Para el mantenimiento de estos jardines era necesaria la construcción de impresionantes obras hidráulicas como el acueducto levantado por Senaquerib, de más de 50 km de longitud, que cruzaba el valle de Jewan.
En un relieve de uno de los palacios de Nínive, hoy en día en el British Museum, aparece un jardín en el que se aprecian claramente los conductos de regadío. El bajorrelieve no tiene color, pero en la imagen que te dejamos a continuación las canalizaciones han sido pintadas de azul para que se aprecien mejor.
Tras el asesinato de Senaquerib, en el 680 a. C. accedió al trono Asarhadon, quien había sido nombrado heredero un año antes. probablemente Senaquerib fuese asesinado por alguno de sus hijos, molesto por haber sido designado su sucesor. En primer lugar Asarhadon debió a hacer frente a conflictos sucesorios con sus hermanos.
Según los textos Asarhadon padecía algún tipo de enfermedad crónica que le provocaban vómitos, hemorragias, convulsiones y otros problemas, por lo que fue tratado por médicos y adivinos. Sin embargo los intentos por curarle parece que no surtieron grandes efectos.
A pesar de la debilidad del rey los asirios consiguieron hacerse con el control de gran parte del valle del Nilo y reconstruir la ciudad de Babilonia. Pero Asarhadon moriría pronto, en el 669 a. C., siendo sucedido por su hijo Asurbanipal en el trono de Asiria, mientras que en babilonia nombró como rey a otro de sus hijos, Shamash-shum-ukin.
Asurbanipal llegó al poder en el cénit del imperio Asirio. Se mostró como un hábil político y militar, consolidó el poder asirio en el Mediterráneo, anexionó al imperio zonas de Irán y realizó dos campañas militares en Egipto.
Al igual que sus predecesores realizó importantes obras constructivas en Nínive, entre las que se incluye la construcción del espectacular Palacio Norte. Pero si por algo llama la atención Asurbanipal es por ser un rey culto. Él mismo se jactaba de leer y escribir, y fruto de ese afán de conocimiento del monarca es una de las zonas más conocidas de Nínive, la biblioteca que lleva su nombre. También era un amante de las artes, y como muestra de ello el famoso relieve de la caza del león de su palacio.
Pero no todo fue de color de rosas durante el reinado de Asurbanipal. En esta época se reavivó el conflicto con los elamitas y su hermano, el rey de Babilonia, se declaró en rebelión, lo que le costó a Asurbanipal tener que realizar costosas campañas militares para mantener el orden preestablecido.
Asurbanipal fue el último gran monarca de Asiria. Fue sucedido por su hijo Asut-etil-ilani en el 627 a. C., pero a partir de entonces los reyes tendrán que hacer frente a numerosas revueltas internas y externas que debilitaron el reino en muy pocos años y que lo llevaron a su caída
Los palacios de Nínive
Los tres palacios más conocidos de Nínive son el palacio suroeste de Senaquerib, el palacio norte de Asurbanipal y el palacio de la ciudad baja.
- El palacio suroeste construido por Senaquerib es más monumental que todos los palacios neoasirios construidos hasta ese momento. Este palacio tenía varios patios internos, de tal forma que podría considerarse como una serie de zonas diferenciadas que emanan de la sala del trono aunque separadas entre ellas.
Pero si por algo llama la atención este palacio es por la decoración con bajorrelieves de campañas militares grabados en sus paredes. Las habitaciones 7 y 8 tenían las entradas más monumentales y probablemente fuesen las dependencias personales del monarca. Por otro lado el patio 19 es el más grande del palacio y detrás de él un numeroso grupo de habitaciones que tendrían alguna función importante a juzgar por su posición. En la habitación 36 se encontraron los famosos relieves de la guerra de Laquish y en la habitación 41 documentos de la biblioteca de Asurbanipal.
Esta disposición del palacio de Senaquerib de Nínive contrasta con el pensamiento tradicional de que la sala del trono sería la zona más importante del palacio.
- El palacio norte de Asurbanipal es más pequeño que el palacio suroeste, que incluso fue remodelado durante el reinado de Asurbanipal. No se sabe muy bien la intención del rey al construir este palacio, aunque se ha pensado que su función fuese la de ser la residencia del príncipe heredero al trono. En este palacio se encontraron varios relieves cuyo tema principal era la caza de leones por parte de Asurbanipal y que destacan por su extremado realismo.
- El palacio de la ciudad baja de Nínive recibe tal nombre debido a que se encuentra en esa zona de Nínive en la que habitaban las élites de la ciudad. Varios de sus ladrillos contienen inscripciones de Senaquerib y algunas bases de columnas textos de Asurbanipal que sugieren que el palacio es un regalo para un príncipe asirio. Las habitaciones principales son típicas de las residencias de las élites del VII a. C. Las principales puertas interiores estaban decoradas con columnas.
La biblioteca de Asurbanipal
En Nínive, entre los restos del palacio de Senaquerib, A. H. Layard excavó la famosa biblioteca de Asurbanipal. Se trata de un gran archivo compuesto por 31.000 fragmentos de textos recogidos por orden del rey Assurbanipal, el Sardanapalo de la Biblia, entre los que se encontraba una copia del poema de Gilgamesh. La biblioteca de Nínive fue arrasada cuando los babilonios conquistaron Nínive allá por el año 612 a. C.
Sin embargo, por sus características, las tablillas de arcilla son capaces de resistir al fuego. La arcilla, una vez endurecida es prácticamente imposible de destruir, como mucho la tablilla se puede romper, de ahí que muchos de los documentos de la biblioteca de Asurbanipal de Nínive estén fragmentados, pero con trabajo y paciencia se pueden reconstruir.
La caída de Nínive
En el año 612 a. C., tras años de conflictos con los asirios, los medos y los caldeos de babilonia unieron sus fuerzas para atacar la ciudad de Nínive. Por aquel entonces las murallas de la ciudad no estaban concluidas, y aunque consiguió resistir de manera heroica un asedio de dos meses finalmente cayó en el mes de julio o agosto.
Nínive, al igual que las otras capitales asirias, fue saqueada y destruida. No se sabe si el rey, Sin-shar-ishkun murió o huyó, pero lo que si es seguro es que uno de sus oficiales tomó el poder y huyó con lo que quedaba del ejército refugiándose en la ciudad de Harran. Poco duraría esta resistencia, pues dos años después asirios y medos marcharon contra Harran, tomaron la ciudad y pusieron fin al Imperio Asirio allá por el año 609 a. C.
Nínive tras su destrucción
Tras el ataque de medos y babilonios se documenta una gran destrucción en la ciudad. Después de este acontecimiento parece que la ciudad fue abandonada. A pesar de que está comprobado que se realizaron pequeñas reparaciones en el palacio suroeste y en los templos de Ishtar y Nabu, hay pocas pruebas de que permaneciese habitada.
Durante la dominación aquemenida en la región del 539 al 330 a. C. hay restos de lo que pudo ser una pequeña aldea, sin embargo contamos con el testimonio de Jenofonte. El historiador griego formó parte de la expedición de los Diez Mil que se enfrentó a Ciro y a su regreso a casa en el 401 a. C. pasó por Nínive, que entonces se la conocía como Mespila, y dice de ella que se encontraba totalmente en ruinas.
Varios autores clásicos, al citar el enfrentamiento de Alejandro Magno contra Darío III en la batalla de Gaugamela mencionan Nínive, lo que quiere decir que aunque en ruinas su ubicación era conocida al menos hasta el final de época aqueménida.
En el periodo greco-parto la región formó parte del reino de Adiabene un estado surgido tras la fragmentación del reino seleúcida. De esta época serían dos inscripciones y varias monedas y cerámicas helenísticas que indican que el lugar estuvo ocupado durante los siglos III y II a. C.
En la segunda mitad del siglo II a. C. la ciudad de Nínive fue conquistada por el rey parto Mitrídates I y como tal se documenta una ocupación parta en la colina de Kuyunjik que pudo constar incluso de varios templos, pues se han encontrado una estatua en caliza de Heracles y otra de Hermer.
Aunque no hay constancia de una ocupación romana en la ciudad sí se han encontrado un importante número de monedas de principios del siglo III d. C. que revelan conexiones militares con los puestos militares romanos situados en la frontera oriental del río Tigris.
La llegada del cristianismo y el islam
Desde el siglo I d. C. el cristianismo comenzó a extenderse por Mesopotamia, sobre todo a partir del siglo IV con la creación de la Iglesia de Oriente. Nínive se convirtió entonces la diócesis de Nínive y Mosul y se documenta una fuerte presencia del cristianismo en las colinas de Kuyunjik y Nebi Tunus. Incluso en esta último se estableció un monasterio dedicado al profeta Jonás.
El islam llegó a la ciudad entre el 637 y 640, provocando el aumento de la importancia de Mosul que continuó siendo el principal centro urbano en la región hasta el Imperio Otomano.
La destrucción de sus ruinas en la actualidad
Ya con la invasión de Iraq en el 2003, Nínive se vio expuesta a la acción de saqueadores sin escrúpulos que se llevaron muchos de los relieves que la decoraban y expoliaron varias zonas del yacimiento. Lejos de recuperarse, una década después la zona donde se encuentra Nínive pasó a ser controlada por el DAESH o Estado Islámico.
El 10 de junio de 2014 la ciudad de Mosul y el yacimiento de la antigua Nínive pasó a control del DAESH, quienes destruyeron zonas de la antigua capital del imperio Asirio y varias estatuas. El museo de Mosul y la biblioteca fueron saqueados y resultaron gravemente dañados y se destruyeron santuarios, mezquitas e iglesias.
Por lo que a Nínive se refiere fueron gravemente dañados o totalmente destruidos la mezquita medieval de Nebi Yunus, parte de las murallas que habían sido restauradas, el palacio suroeste de Senaquerib o las puertas de Nergal y Mashki.
Una vez instalado en la zona el DAESH derogó las leyes que impedían la construcción por lo que rápidamente proliferaron los edificios en las proximidades del yacimiento. Además, las fotografías por satélite también muestras la excavación de túneles ilegales realizados por saqueadores a través de la muralla.
En la imagen siguiente está señalado en color naranja el trazado de la muralla de la antigua ciudad de Nínive. Se puede ver perfectamente como la actual ciudad de Mosul se ha desarrollado dentro de los límites de la misma. Además aparece indicado el lugar donde el Estado islámico construyó un parking, mientras que las estrellas blancas señalan los lugares donde los saqueadores excavaron túneles ilegales.
La reconstrucción de la antigua ciudad
Tras la toma de Mosul y Nínive y otros yacimientos arqueológicos por el Estado Islámico varios equipos estadounidenses, italianos, españoles y alemanes empezaron a comparar mediante imágenes conseguidas por el satélite los daños provocados con vistas a una futura reconstrucción.
La ciudad fue liberada por el ejército iraquí en enero del 2017 y tras esto la UNESCO creo un comité para la reconstrucción de Mosul. Mientras, han surgido proyectos que, ayudados por imágenes anteriores a la destrucción, intentan reconstrucciones virtuales en 3d del patrimonio destruido en Nínive.
Nínive por los museos del mundo
Desde que C. J. Rich visitase por primera vez Nínive ha comienzos del XIX y hasta la segunda mitad del siglo XX numerosos objetos han salido de Nínive, muchos de ellos con destino a los países de los excavadores que pasaron por el yacimiento, otros cayeron en manos de viajeros, incluso algunos salieron de Nínive con destino a Mosul o Bagdad donde fueron vendidos en mercados de antigüedades.
Son varios los museos que poseen objetos o relieves procedentes de la antigua ciudad de Nínive. Así, por ejemplo, en el Pergamon Museum de Berlín se conservan unos impresionantes relieves procedentes del palacio sudoeste de Senaquerib. En Estados Unidos varias instituciones guardan entre sus fondos vestigios de la antigua capital asiria, de los que merece la pena citar los relieves de escenas de asedio procedentes del palacio de Senaquerib que se encuentran en el MET de Nueva York. El Louvre, el Museo Vaticano o el Museo Arqueológico de Turín son otras instituciones en las que se conservan restos de la capital de los asirios.
En total son más de 100 las instituciones de más de 39 países diferentes las que poseen entre sus colecciones objetos procedentes de Nínive.
En la década de los 70 y 80 del siglo XX comenzaron los trabajos arqueológicos iraquíes por primera vez en el yacimiento. Las piezas encontradas en aquellas excavaciones se repartieron entre varios museos del país y la capital, de tal forma queIraq conserva una de las colecciones más importantes en el Museo de Bagdad.