La Biblioteca de Asurbanipal

¿Qué era la biblioteca de Asurbanipal?, ¿quién fundó esta biblioteca de Nínive?, ¿qué ejemplares contenía? Aquí te contamos todo sobre la biblioteca. Sigue leyendo y descubre más.

La Biblioteca de Asurbanipal

Asurbanipal formó en Nínive una biblioteca con miles de tablillas que recogían profecías, himnos, documentos astronómicos y composiciones literarias. De ahí que su estudio es esencial para el conocimiento de la literatura y la ciencia de la época.

Por qué se formó la biblioteca de Asurbanipal?

Al llegar al trono, Asurbanipal se propuso ampliar el poder político del rey asirio y para ello se basó en el conocimiento. El propio Asurbanipal era consciente de la importancia de la sabiduría y el conocimiento que atesoraban eruditos y sacerdotes y lo utilizó en su propio beneficio.

Su abuelo y su padre, Asarhadon y Senaquerib respectivamente, ya se habían dado cuenta del poder de tener una corte ilustrada, de ahí que Asurbanipal no les fuese a la zaga. El nuevo monarca se familiarizó con la literatura y la ciencia, entre las que se encontraban las matemáticas y la adivinación, dos materias muy importantes en la época. En sus inscripciones se jacta de saber acadio y sumerio – esta última que por aquel entonces era una lengua muerta-. En definitiva, da la impresión que el último gran rey asirio era más culto que sus antecesores.

Assurbanipal, fundador de la biblioteca de Nínive
Assurbanipal, fundador de la biblioteca de Nínive (British Museum)

¿Qué era la biblioteca de Assurbanipal en Nínive?

Con estos antecedentes no resulta extraño que Asurbanipal formase en Nínive la que fue denominada por A. L. Oppenheim (2003: 235) la «primera biblioteca de Oriente Próximo», entendiendo biblioteca como una colección sistemática de textos que fueron copiados con la intención de que quedasen recogidos en esa colección. Para ello, Asurbanipal hizo llevar a la corte a eruditos de diferentes zonas de Oriente.

De esta manera se reunieron en Nínive más de 1500 documentos literarios escritos en tablillas de arcilla y también en tablillas de madera recubiertas de cera. Incluso hizo traer documentos de los templos de Babilonia y Borsippa. Ahora bien, ¿por qué a la biblioteca de Nínive se la conoce como biblioteca de Asurbanipal? Muy sencillo, esto se debe a que las tablillas fueron grabadas con el nombre del rey para que así se supiese a quien pertenecían.

¿Dónde estaba la biblioteca de Nínive?

Los textos de la considerada biblioteca se encontraron principalmente en la primera planta del palacio suroeste de Nínive, mandado construir sobre la colina de Kuyunjik, también conocido como «palacio sin rival» debida a la monumentalidad y espectacularidad de su decoración. Ahora bien, también se encontraron textos en el palacio norte, el templo de Nabu y el templo de Ishtar.

Lugares donde se encontraron textos en Kuyunjik
Lugares donde se encontraron textos en Kuyunjik

En realidad existiría más de una biblioteca, pues con toda seguridad en el templo de Nabu se encontraría otra, pero como todos los documentos pertenecían a la misma persona, el monarca asirio, se habla de biblioteca de Asurbanipal.

La formación de la biblioteca más importante de la antigüedad

Aunque Asurbanipal no fue el primer rey asirio en formar una biblioteca, sí que posiblemente fue el primero que intentó reunir todo el conocimiento de su época.

Se conserva una carta que se cree escrita por Asurbanipal en la que indica a un tal Kudurranu que consiga todas las tablillas de los escribas de Borsippa y las que están depositadas en el templo de Nabu de esta ciudad cercana a Babilonia. Además, termina el texto pidiendo a Kudurranu que buscase cualquier tablilla que existiese en Asiria.

Según el colofón que se encuentra al final de muchas tablillas de la colección podemos deducir que muchos de los textos fueron expresamente copiados con la intención de quedar recogidos en la biblioteca de Nínive, especialmente los de la tradición escolástica babilónica

¿Qué ejemplares contenía la biblioteca de Nínive?

La biblioteca de Asurbanipal en Nínive contenía ejemplares de nueva creación, textos académicos y religiosos, oráculos, profecías y composiciones literarias. En el palacio norte, en el denominado «archivo», se encontraron más de 3000 fragmentos correspondientes a documentos administrativos y a la correspondencia.

En cuanto a los textos de la biblioteca propiamente podemos dividirlos en varias tipologías diferentes:

  • Presagios
  • Textos que tradicionalmente copiaban los escribas como listas de signos, vocabularios o sinónimos
  • Rituales y encantamientos
  • Mitos y epopeyas entre los que se encontrarían el mito de la creación o la Epopeya de Gilgamesh.

También hay que tener en cuenta que algunos documentos serían salvados por los escribas y que no todos los textos se conservarían. Es muy posible que los textos de carácter administrativo solo se conservasen durante un tiempo y después se destruyeran.

La destrucción de la biblioteca de Asurbanipal

El saqueo sufrido por la ciudad de Nínive en el 612 a. C. provocó el incendio y destrucción del palacio suroeste. Durante este suceso las tablillas cayeron al suelo y se rompieron, además parece que los atacantes las pisotearon en sus idas y venidas por el palacio intentando obtener el máximo botín antes de que fuese completamente devorado por el fuego.

El resultado fue miles de fragmentos esparcidos por todas partes encontrados durante la excavación arqueológica y que fueron llevados al British Museum. Allí fueron registrados unos 31.000 fragmentos entre 1848 y 1932, de los que en febrero de 2016 ya se habían unido algo más de 6000.

Si se consiguiesen unir todos los fragmentos se piensa que se obtendrían un total de entre 6200 y 7700 tablillas. Si de estas eliminamos los documentos administrativos y económicos obtenemos que en la biblioteca real de Nínive habría unos 1000 textos literarios.

¿Cómo se encontró la biblioteca?

A mediados del siglo XIX franceses y británicos mantenían una competición por ver quien conseguía obtener más objetos mesopotámicos para exponerlos en sus museos. En Europa se vivía una auténtica fascinación oriental. Entre 1849 y 1851 una expedición financiada por el British Museum y dirigida A. H. Layard encontró una gran cantidad de tablillas en la biblioteca y, a pesar de que la lengua asiria aún no se había descifrado, ya se era consciente de la importancia de aquel descubrimiento para comprender aquella antigua civilización.

Sin embargo, la mayor parte de los textos de la biblioteca de Asurbanipal los encontraría un discípulo de Layard, el iraquí Hormuz Rassam unos años más tarde en otra expedición financiada igualmente por el Museo Británico. A partir de entonces los estudios orientales en Europa se centraron en descifrar el idioma de aquellas tablillas, hito atribuido a H. Rawnlison en 1857.

Esta segunda expedición liderada por Rassam también descubrió los famosos relieves de caza de leones que hoy se exponen en el British Museum.

George Smith y la biblioteca

Uno de los principales hallazgos sobre la biblioteca real de Nínive lo realizó George Smith en 1872. Smith, trabajador del Museo Británico y que también participó en algunas excavaciones arqueológicas, se convirtió en el 1866 asistente del departamento de Antigüedades orientales del citado museo y en 1872, mientras consultaba las tablillas de Nínive encontró un fragmento de la versión asiria del mito del Diluvio Universal.

Este descubrimiento hizo que se reanudasen las excavaciones en Nínive con la intención de encontrar el resto del relato que se suponía que seguía bajo la tierra.

El «Proyecto de la Biblioteca de Asurbanipal»

En el año 2001, en el Rencontre Assyriologique Internationale celebrado en Helsinki, se dio a conocer el «Proyecto Biblioteca de Assurbanipal o «Ashurbanipals Library Project«, la Universidad de Mosul y el Instituto de Estudios Cuneiformes daban a conocer la puesta en marcha de este proyecto que pretende la digitalización y traducción de las tablillas de la biblioteca.

Conclusiones

El objetivo de Asurbanipal al formar esta biblioteca era acumular textos. A pesar de que incluía numerosos de textos de encantamientos, adivinación y fenómenos celestes con los que pretendía influir en el futuro, la biblioteca de Nínive incluyó al menos una copia de todas las composiciones literarias conocidas en el I milenio a. C., resultando esencial para el estudio de la literatura y la ciencia de la época.