Fiesta de Año Nuevo en Babilonia o Akitu

La fiesta de Año Nuevo o Akitu era una de las celebraciones más importantes para los babilonios, a pesar de que en Babilonia se celebraban numerosas fiestas, generalmente de varios días de duración. Esta celebración se realizaba en honor al dios Marduk y su victoria sobre Tiamat, una diosa del caos. La festividad no sólo marcaba el inicio del año nuevo, sino que también representaba la renovación y el renacimiento.

Durante la fiesta, que duraba 12 días, se realizaban rituales, desfiles, cantos y representaciones teatrales. Era un momento de comunión entre los dioses y los hombres, donde se reafirmaba el orden cósmico y social.

Akitu: La fiesta en Babilonia

En buena parte del mundo el año nuevo se celebra el 1 de enero siguiendo el calendario juliano, pero esto no ha sido así siempre, incluso hoy en día hay países que no celebran el año nuevo el 1 de enero. El ejemplo más conocido de ello es China.

El calendario en Babilonia

En Mesopotamia y, por tanto en la antigua Babilonia, se seguía un calendario lunar, pero para contrarrestar el desfase entre la luna y el tiempo que tarda la tierra en dar una vuelta alrededor del sol se intercalaba un més de vez en cuando. De esta forma el año tenía 12 meses, cada uno de ellos con 29 o 30 días, que eran los siguientes:

  1. Nisannu = marzo/abril
  2. Ajaru = abril/mayo
  3. Simanu = mayo/junio
  4. Du’ūzu = junio/julio
  5. Abu = julio/agosto
  6. Ulūlu = agosto/septiembre
  7. Tashrītu = septiembre/octubre
  8. Arajsamna = octubre/noviembre
  9. Kislīmu = noviembre/diciembre
  10. Tebētu = diciembre/enero
  11. Shabatu = enero/febrero
  12. Addaru = febrero/marzo

Si bien los meses tenían nombre no sucedía lo mismo con los días, que eran nombrados tan solo por el número del 1 al 29 o 30 según la posición que ocupasen en ese mes. Por tanto el año babilónico iba desde el día 1 de Nisannu hasta el 30 de Addaru.

El Akitu: La fiesta de año nuevo

Como es lógico en una sociedad agrícola muchas fiestas estaban relacionadas con el ciclo agrícola el año comenzaba en un momento de nuestros meses de marzo o abril actuales, cuando se produce la siembra. De esta manera se pretendía obtener el favor de los dioses y que la cosecha fuese buena.

Pero hay más, la fiesta de Año Nuevo o Akitu se celebraba en honor a Marduk y también se convirtió en fundamental para la conservación del reino. Es más, si por algún motivo el rey tenía que cancelar la fiesta, ello se consideraba una señal de mal augurio y de un año de desgracias.

Sin embargo, el Akitu no era una fiesta típica babilónica. La palabra existía en el ámbito sumerio con los signos á-ki-ti. En tiempos del Imperio Acadio está atestiguada en la ciudad de Ur y durante la III Dinastía de Ur en la ciudad de Nippur

La fiesta en Babilonia duraba varios días y se celebraba principalmente en el Esagila y el Etemenanki. Entre los actos conocemos que se realizaba una procesión de todos los dioses que, el día 9 de Nisannu se desplazaban, a través de la Vía de las Procesiones y pasando por la Puerta de Ishtar, a la Bit Akitu, situada fuera de la ciudad y en donde continuaba la celebración durante dos días, hasta que el 11 de Nisannu los dioses volvían a la ciudad de Babilonia y eran recogidos en sus templos.

A pesar de que se conoce un buen número de textos en los que se menciona la celebración, tan solo un texto de época seleúcida, copia de otro bastante más anterior recoge el programa detallado de la fiesta, pero la tablilla se encuentra incompleta, por lo que la información que tenemos es sesgada. Ni siquiera se puede afirmar que los actos de la Fiesta de Año Nuevo en otras ciudades fuesen similares a los que se llevaban a cabo en Babilonia, aunque lo que sí parece claro es que la Bit Akitu se encontraba siempre fuera de la ciudad y en las proximidades de un canal.

Aunque la Fiesta de Año Nuevo en Babilonia se celebró hace miles de años, la esencia de la celebración, la renovación y el renacimiento, aún se refleja en las festividades modernas. La idea de cerrar un capítulo y comenzar uno nuevo está muy presente en las celebraciones de año nuevo en todo el mundo.

Fernando

Fernando

Me llamo Fernando Espejel y soy doctor en Estudios del Mundo Antiguo por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid. Me apasiona todo lo relacionado con la arqueología del Próximo Oriente y he participado en diversos congresos nacionales e internacionales.