El Esagila fue uno de los edificios religiosos más importantes de Babilonia, pero si quieres saber qué era, cómo se construyó sigue leyendo.
El Esagila era el templo principal de la ciudad de Babilonia. Dedicado al dios Marduk fue construido con ladrillos de adobe unidos por betún. El templo no solo servía como centro de adoración, sino también como un testimonio del esplendor y la majestuosidad de la cultura babilónica. En su interior cada año se celebraba el festival del Akitu.
Con su imponente estructura y ricos ornamentos, El Esagila es un recordatorio del poderío y la profundidad religiosa de Babilonia, y ocupa un lugar destacado en la historia de la arquitectura y la religión antiguas.
¿Dónde estaba el Esagila?
Junto al río y al lado del Palacio Sur se encontraba el principal recinto sagrado de Babilonia. Allí, en un espacio de 25 hectáreas de extensión, se levantaron los dos templos principales de la ciudad: el Esagila y el Etemenanki, la famosa Torre de Babel, que no era más que el zigurat de Babilonia.
¿Qué es el Esagila?
El Esagila, cuyo nombre significa «la casa de la elevación principal», era el templo de Marduk, el dios nacional. La construcción se levantó con ladrillos de adobe unidos con betún y tenía una planta casi cuadrada de unos 80 metros de lado. A pesar de que la misión alemana no pudo excavarlo al completo se pudo comprobar que se organizaba en torno a un patio.
Gracias a algunos textos cuneiforme sabemos que en el interior del Esagila, en primavera, se celebraba todos los años el festival del Akitu o fiesta de Año Nuevo. En su interior, Heródoto de Halicarnaso nos dice que se encontraba una estatua de Marduk sentado en un pedestal, ambos de oro, junto a un pedestal y una mesa de este mismo material.
¿Cómo era el templo de Marduk?
El Esagila tenía una sola planta y la fachada exterior decorada con nichos. En algunas partes se conservaron muros de 10 m. de altura y en la parte oeste tenía un gran patio interior. Desde él se accedía a varias capillas dedicadas a los diferentes dioses babilonios, de las que se han podido identificar capillas dedicadas a Enki, Nabu o Sarpanitu, esta última la esposa de Marduk.
¿Cuándo y quién lo construyó?
Sabemos que el santuario ya existía en tiempos de Hammurabi —En torno al 1750 a. C.—, pues el Esagila aparece mencionado en su famoso código legislativo. Sin embargo el templo de Marduk sufriría varias reformas hasta que fue concluido en el siglo VI a. C. por Nabucodonosor II, monarca que también actuó en el zigurat y el Ezida de Borsippa.
La estatua del dios
Lo que si se encontró dentro del Esagila fue un sello cilíndrico de lapislázuli con una inscripción que dice que es para Marduk y en el que aparece una representación del dios junto a un dragón. Además, se conserva una inscripción en la que se indica que la estatua de Marduk debía de ser de madera y no de oro como recoge Heródoto.
Según el historiador de Halicarnaso las estatuas de Marduk y Zarpanitu entre otras fueron tomadas como botín por Jerjes cuando saqueó la ciudad.
Ritual practicado en el Esagila
Heródoto, en su afán de conocer la historia preguntó a sacerdotes caldeos de Babilonia sobre como era por dentro y el ritual que se realizaba en el Esagila. En su obra nos cuenta lo siguiente:
«Tiene abajo otra capilla, en la cual hay una gran estatua de Marduk sentado, de oro, y a su lado se halla una gran mesa de oro, y el pedestal y el trono son igualmente de oro. […] Fuera de la capilla hay un altar de oro, y además otro altar, grande, sobre el cual se sacrifican las reses adultas, ya que sobre el altar de oro únicamente se permite sacrificar a las lechales».
El Esagila, considerado uno de los edificios religiosos más destacados de Babilonia, se encontraba junto al río, adyacente al Palacio Sur. Ocupando 25 hectáreas, este recinto sagrado albergaba el Esagila y el Etemenanki, más conocido como la Torre de Babel.
El Esagila, cuyo nombre se traduce como “la casa de la elevación principal”, estaba dedicado a Marduk, el dios nacional. Su estructura imponente, construida de ladrillos de adobe, se erigía alrededor de un patio central.
Aunque ya existente en la época de Hammurabi alrededor del 1750 a.C., fue Nabucodonosor II en el siglo VI a.C. quien llevó a cabo reformas significativas en el templo. A pesar de las afirmaciones de Heródoto sobre una estatua de oro de Marduk, las evidencias sugieren que era de madera. Estos detalles reflejan la magnificencia de El Esagila, un templo que no solo servía como lugar de adoración, sino también como un epicentro cultural y ceremonial, donde se celebraba el festival del Akitu y se realizaban rituales sagrados.