Afrodita era la diosa del amor, la sexualidad y la fertilidad en la antigua Grecia. Llamada Venus por los romanos. Tuvo un papel fundamental en la Guerra de Troya al prometer a Paris el amor de Helena.
¿Quién era Afrodita en la mitología griega?, ¿cuáles eran sus atributos?, ¿cómo se la representaba? Continua leyendo y descubre los mitos de la diosa.
¿Quién era la diosa Afrodita?
Afrodita era la diosa del amor y una de los principales dioses de la mitología griega, aunque quizás se le conozca más por el nombre que le dieron los romanos, Venus. Al menos así es como se la conoce en la mayoría de obras artísticas conservadas hasta nuestros tiempos.
Según Homero era hija del dios Zeus y la diosa Dione, aunque para Hesíodo, según indica a la Teogonía, nació de la espuma que surgió al caer al mar los testículos de Urano cuando fue castrado por Cronos. De hecho, la palabra griega aphros significa espuma y Afrodita estaba considerada, entre otras, una diosa del mar y la navegación.
Pero si por algo era conocida Afrodita es por ser la diosa del amor, la sexualidad y la fertilidad, llegando, en ocasiones, a presidir las ceremonias matrimoniales. Incluso las prostitutas la consideraban su protectora, a pesar que su culto era solemne y austero.
Afrodita tuvo un papel fundamental en el inicio de la Guerra de Troya. Fue ella quien se impuso a Atenea y a Hera en la lucha por la manzana de la discordia, prometiendo a Paris el amor de Helena cuando la griega ya estaba casada con Menelao, provocando la furia de este y la venganza de los aqueos.
Afrodita y Hefesto
Afrodita tenía un marido, Hefesto o Vulcano, según la nomenclatura romana, y varios amantes. Según el mito, Hefesto construyó dos tronos de oro y acero y los llevó al Olimpo para vengarse de su madre, Hera, quien lo había arrojado al mar al nacer porque era extremadamente feo. Además, a raíz de la caída el dios del fuego quedó cojo. Para ello dotó a los tronos de un mecanismo por el que cuando alguien se sentaba en ellos ya no se podía levantar. Así pues, Hera se sentó en un trono y al ver que no se podía levantar hizo llamar a su hijo, que ha cambio de liberarla exigió que Afrodita se casase con él.
Mitos de Afrodita
Afrodita y Ares
Según cuenta Apolonio en sus Argonáuticas, Zeus se vio obligado a dar en matrimonio a Afrodita pero esta pronto esta se cansa de las fraguas y el fuego en donde vivía Hefesto y se marcha con Ares, de quien verdaderamente estaba enamorada.
Pero un día Apolo se entera del romance entre Afrodita y su amante y se lo cuenta a Hefesto. Cuando este se entera trata de pillarlos y teje una finísima red de acero que coloca en la cama a modo de dosel para que cuando los dos amantes lleguen caiga sobre ellos y les atrape. las cosas salieron tal y como Hefesto las planeó y los dos amantes quedaron atrapados. Para completar la venganza, Vulcano llamó al resto de dioses del Olimpo, quienes rieron hasta la extenuación.
De la unión entre Afrodita y Ares, conocido como Marte en el mundo romano, tiene su origen los actuales símbolos de masculino y femenino. El símbolo de Venus es un espejo y se emplea para referirse al género femenino y el de Marte un escudo del que sobresale una lanza, símbolo utilizado para hacer referencia al género masculino.
Según la versión más extendida, de su relación con Ares nacerá Cupido, el dios del deseo amoroso, que generalmente se le representa como un niño con alas que lanza flechas con las cuales enamora a quien dispara.
Afrodita y Hermafrodito
Pero además de Ares, Afrodita tiene más amantes. Uno de ellos Hermes, de cuya unión nació Hermafrodito, un chico de una belleza extraordinaria. Tanto es así que en un día caluroso fue observado por una ninfa llamada Salmacis, quien se quedó observándolo, pero era tal el calor que Hermafrodito se desnudó para bañarse en un lago, algo que excitó a la ninfa que salió corriendo tras él hasta alcanzarlo y abrazarlo. Como nos cuenta Ovidio en sus Metamorfosis, Hermafrodito, descontento con esta situación, pidió a su madre, Venus, que el abrazo acabase, pero a esta le gustó la escena y se negó, por lo que con el tiempo la ninfa y Hermafrodito dieron lugar a una misma persona.
Venus y Dionisio
Otro amante de Afrodita fue Dyonisos —conocido como Baco por los romanos—, con quien tuvo a Priapo, un dios protector de los jardines y de la fertilidad y que nació con un órgano viril descomunal. Este dios se hizo muy popular en la antigüedad, hasta el punto que era normal encontrar una estatua de Príapo en el jardín de las casas como símbolo apotropaico y de fertilidad.
De la relación entre Dionisio y Afrodita también nació Himeneo, dios de las bodas y, en concreto, del matrimonio feliz. En la actualidad existe la expresión del «canto del Himeneo», debido a que en su boda perdió la voz mientras cantaba. Pero este dios solo se encargaba de proteger la primera noche de bodas, porque después de esta primera noche muere.
Afrodita y Cupido
Se trata de un mito en la que Afrodita no es la protagonista, sino su hijo Cupido. Tal mito aparece por primera y única vez en el Asno de Oro de Apuleyo. Por tanto no tenemos una tradición literaria sobre esta historia, aunque sí iconográfica.
Psique era la hija menor de un rey y tenía otras dos hermanas. Todas las hermanas eran muy guapas, pero Psique era espectacular. Aun así, su padre no conseguía casarla por lo que van al santuario de Apolo para que el oráculo les hablase acerca del futuro. El oráculo le dice al rey que lleve a Psique vestida de novia y allí aparecerá un monstruo que la desposará.
A pesar de la extraño del oráculo el padre obedeció, pero una vez en el monte el monstruo no aparecía. Al llegar la tarde se quedaron dormidos, momento que aprovechó Céfiro, el viento del este, para llevarse a la novia a un valle en el que había un inmenso palacio, donde Psique entra y sin que ella le vea aparece Amor o Cupido, quien le dice que aquel amor estaba sujeto a una condición, y es que ella sería feliz si no le veía, algo a lo que ella accedió.
Los problemas surgieron cuando varios meses después Psique quiere visitar a su familia pero Cupido no la deja. Finalmente Amor accede a que marche con su familia unos días, pero sus hermanas al verla regresar tan féliz intentan que les diga quien es su marido. Finalmente, a Psique no le queda más remedio que reconocer que nunca lo ha visto, por lo que las hermanas la convenzan para que esto deje de ser así.
A su vuelta al palacio con Cupido, tal y como acordó con sus hermanas, Psique ve a Cupido, pero este al enterarse decide terminar con la relación porque Psique no ha cumplido con las condiciones del acuerdo. Existe mucha iconografía del momento en que psique descubre a Cupido.
Pero aquí no termina la historia.
Cupido va con su herida a contárselo a su madre y Venus castigará a Psique con varias pruebas relacionadas con los cuentos populares:
- Afrodita le deja un montón de semillas a Psique y le dice que cuando vuelva de una boda tienen que estar colocadas por montones. Psique desesperada comenzó a llorar, pero entonces apareció un ejército de hormigas y ordenarán las semillas. Al volver, Venus se sorprendió, pensó que las había ordenado Cupido y le manda la segunda prueba.
- La diosa del amor le ordena a Psique que le traiga varios vellocinos de oro. La primera intención de Psique es tirarse al río, pero de nuevo aparece un agente externo, una voz que surge del río le aconseja como conseguirlo.
- Afrodita ordena a Psique que traiga agua de una fuente que hay en una roca inaccesible de la montaña. Entonces aparece Zeus en forma de águila y le lleva el agua de la fuente en una jarra.
Afrodita y el mito de Adonis
El nacimiento de Adonis es un mito oriental, probablemente originario de Siria y que cuenta lo siguiente. En tiempos remotos existía un rey llamado Tías o Cyniras que estaba casado con Cencreas, quien cometió pecado de hybris, un pecado relacionado con el orgullo y la soberbia. En este caso, Cencreas llegó a pensar que su hija era más bella que la propia Afrodita, algo que fue castigado por la diosa.
Pero el pecado de hybris normalmente no se castiga en la persona que lo comete, sino en alguien cercano. En este caso, Venus castigó a la hija de Cencreas, Mirra, haciendo que se enamorase de su padre, el rey Tías. En su plan, Mirra estuvo ayudada por su niñera y consiguió unirse con su padre en la oscuridad, pero finalmente Tías descubrió el engaño y montó en cólera.
Mirra pudo escapar de la persecución de su padre gracias a que Afrodita la convirtió en un árbol, el árbol de la mirra. A los 9 meses de aquel episodio del árbol en el que se había convertido Mirra se desprendió una corteza y nació Adonis, un niño muy bello y que sería eternamente joven. Según otras versiones la corteza no se desprendió sola, sino que un jabalí le hincó el colmillo y se desprendió.
Afrodita ofreció el niño a Perséfone —diosa de la fertilidad y del inframundo, pues estaba casada con Hades— hasta que fuese adolescente. Pero llegado el momento, cuando Venus reclamó a Adonis, Perséfone se negó a entregárselo. La solución fue que Zeus, actuando como árbitro, determinó que el chico viviría 4 meses bajo tierra con Perséfone, 4 meses con Venus y los otros 4 meses restantes del año con quien Adonis decidiese. Finalmente, Adonis decidió vivir 8 meses con Venus, tratándose de un mito con un fuerte simbolismo relacionado con la vegetación.
Venus y las rosas rojas
Afrodita terminará teniendo un amor con Adonis, que se convertirá en un excelente cazador. Un día mientras descansaba en el campo uno de sus perros de caza olió un jabalí y despertó a Adonis para que fuese en su busca, pero Venus tenía el presentimiento de que si iba a cazarlo el jabalí mataría a Adonis, por lo que intentó detenerle.
Artemisa, envidiosa, lanzó contra Adonis un jabalí de dimensiones desproporcionadas que acabó con la vida del joven. Cupido, que presenció todo, corrió a avisar a Afrodita quien rápidamente acudió, pero iba descalza, así que se hizo sangre y tiñó las rosas del camino que hasta aquel momento eran de color blanco. Desde entonces las rosas pasaron a ser rojas. De la sangre que brotó de la herida de Adonis nacieron las anémonas.
Relacionado con el mito de Adonis y Afrodita se establecieron en Grecia una fiestas celebradas en primavera llamadas «Jardines de Adonis». En ellas, las mujeres llenaban de tierra unos recipientes y echaban semillas que regaban con agua hirviendo de los que rápidamente salían unas flores, pero se trataba de unas flores efímeras.
Los argonautas
La diosa Afrodita también aparece en una de las aventuras de los argonautas, llamados así porque navegaban a bordo de un barco llamado «Argos». Mientras estos navegaban por la isla de Lemmos sufrirán una de las características venganzas de la diosa.
Las esposas de los argonautas habían olvidado durante años rendir los justos honores a Venus, así que esta decidió provocar que los argonautas las abandonasen por mujeres tracias. Pero ahí no queda todo, porque Afrodita envió a las mujeres de los argonautas un fuerte olor de aliento —según otras versiones era olor de axilas—, tan fuerte, que era insoportable y les mató.
Afrodita y Anquises
Afrodita también tuvo un romance con Anquises, un troyano pastor del monte Ida y padre del héroe Eneas. Tras requerir Venus a Anquises le pide que no cuente que ha mantenido relaciones con ella, pero tras una fiesta el troyano lo cuenta y la diosa queda embarazada de Eneas. Como castigo por haberlo contado, Afrodita enviará una cojera a Anquises.
Posteriormente los romanos tomarán a Eneas como ejemplo de venganza hacia Grecia. En la Guerra de Toya vencieron los griegos, pero hubo un troyano que se salvó, Eneas, y de él nació el pueblo latino. Era tal el prestigio de Eneas en la antigua Roma que Julio César se consideraba descendiente de Iulo Ascanio, hijo de Eneas y, por tanto, descendiente de Venus. Incluso en el foro de César se levantó el templo de Venus Genetrix.
Teseo y la venganza de Venus
Hipólito era hijo de Teseo y de Hipólita, pero tras morir esta última Teseo se casó con Fedra despreciando a Afrodita. Tal desprecio no fue aceptado por la diosa, quien castigó a Teseo enviando a Fedra un amor irresistible por su hijastro, Hipólito.
Fedra se declaró a Hipólito, pero su hijastro la rechaza y ella se suicida, no sin antes dejar una nota en la que decía que Hipólito la ha intentado violar y por eso se ha quitado la vida. Cuando Teseo lee la nota se vengará de él y le descuartizará con ayuda de unos caballos.