¿Cuándo se fundó Assur? ¿dónde estaba? ¿cuál fue su evolución histórica? ¿cuándo cayó? Estas preguntas sencillas a veces nos llevan horas responderlas, por eso hemos recogido en esta página la respuesta a todas las dudas que tengas sobre la antigua capital asiria.
Todas las claves de la ciudad de Assur
¿Qué era Assur?
La ciudad de Assur o Ashur fue la primera capital del Imperio Asirio y la que le dio nombre. Aunque con el tiempo la residencia de los reyes se movió a otros lugares como Nínive, Nimrud, Dur Sharrukin o Kar Tukulti Ninurta, la ciudad de Assur siempre fue la capital religiosa del reino y conservó un aura especial.
¿Dónde estaba la ciudad de Assur?
La antigua capital asiria, Assur, se encontraba en la orilla occidental del río Tigris, río que la rodeaba por el norte y el este, en la actual Qal’at al-Sherqat en el norte del actual Iraq a unos 130 km al sur de Mosul, en medio de llanuras en las que se cultivan cereales y pequeñas montañas, en la parte este de al Yazira, sobre una altura rocosa que se eleva 25 metros sobre las aguas del Tigris. Esta zona que sufrió con crudeza la destrucción del DAESH en los últimos años.
Descubrimiento de Assur, la capital de Asiria
Tras unas breves visitas de diplomáticos y arqueólogos ingleses en el siglo XIX no fue hasta comienzos del siglo XX cuando los alemanes comenzaron la excavación científica de las ruinas de Assur.
Tras una breve visita de Robert Koldewey del yacimiento, la excavación, patrocinada por la Deutsche Orient Gesellschaft comenzó en el 1903 bajo la dirección de Walter Andrae, que ya tenía experiencia previa en el trabajo de campo en Babilonia.
Los arqueólogos encontraron los restos de Assur, la antigua capital del Imperio Asirio y uno de los centros políticos y religiosos más importantes de la antigüedad. En las fotografía por satélite puede apreciarse con claridad la zona excavada por los alemanes, donde en once años descubrieron los restos de templos, palacios y fortificaciones que van desde el III milenio a. C. hasta el siglo XIII cuando fue conquistada por los mongoles.
Nuevos trabajos en la capital del Imperio Asirio
Tras dejar Walter Andrae y su equipo el yacimiento de sur, hubieron de pasar muchos años para que los trabajos volviesen a la zona. Fue en la década de los setenta cuando la Dirección de Antigüedades de Iraq llevó a cabo varios trabajos de conservación y reconstrucción.
Entre 1988 y 1989 una misión de la Freie Universitär de Berlín, encabezada por R. Dittmann trabajó en el yacimiento de manera intermitente. En ese mismo 1989 B. Hrouda llevó a cabo un levantamiento topográfico de las ruinas de Assur, y un año más tarde comenzó a excavar la que fue ciudad principal del Imperio Asirio. Sin embargo, la invasión de Kuwait hizo que el proyecto se interrumpiese.
Tras diez años de interrupción, los trabajos arqueológicos en Assur fueron retomados por la Universidad de Heidelberg, bajo la dirección de Peter A. Miglus en el año 2000.
¿Cómo era la ciudad de Assur en la antigüedad?
La ciudad de Assur en el III milenio
Aunque se desconoce cuando se produjo la primera ocupación de Assur, a mediados del III milenio ya se trataba de un asentamiento urbano notable, con un santuario en el que se rendía culto a Ishtar en la parte central de la ciudad y en el que se encontraron esculturas de piedra caliza de orantes, maquetas de altares escalonados o incensarios.
Además, de esta misma época es un segundo templo descubierto en la esquina noreste dedicado al dios Assur. Aunque los restos más antiguos de este templo no son bien conocidos, es seguro que a comienzos del III milenio a. C. ya existía.
En esta época Assur era un pequeño, pero importante, de unas 25 ha que se extendía entre los dos santuarios. En el sur de este área unos sondeos sacaron a la luz tumbas de época sumeria y acadia.
Assur en el II milenio a. C.
- El Reino Paleoasirio
A partir de este núcleo urbano se desarrolló en el II milenio a. C. una ciudad próspera gracias al comercio a distancia. En Asia Menor se crearon una red de asentamientos comerciales, denominados karum, en los que tenían su base comerciantes asirios y del que el mejor conocido es el karum de Kanish / Kultepe.
En los archivos de Kanish, Friedrich Hrozný encontró en 1926 los fragmentos de varias tablillas que contenían las leyes procesales asirias más antiguas que se conocen. El objetivo de estas era regular el funcionamiento de los asentamientos comerciales o karum y que eran de obligado cumplimiento para todas las colonias.
La riqueza conseguida gracias al comercio hizo que los gobernantes pudieran acometer numerosas obras arquitectónicas, como el nuevo templo de Assur. Templo construido por Shamshi Adad I y que tenía unas dimensiones de 100 x 50 metros y con un patio central. Además, este monarca también construyó el Templo-torre y el palacio real que se ubicaba junto al zigurat.
La pequeña ciudad-estado que en un principio había sido Assur se convirtió rápidamente en un estado territorial conocido como Reino Paleoasirio, y el dios local, de mismo nombre que la ciudad, se convirtió en uno de los más importantes del panteón mesopotámico. Este hecho llevó aparejado una renovación y ampliación de su templo. Sobre las ruinas de esto templo dedicado al dios Assur, los turcos levantaron un cuartel militar en el siglo XIX.
En época de Shamshi Adad I también existía en Assur un templo dedicado al dios Adad que debía estar situado en la parte norte de la ciudad y por estas fechas también debió comenzarse la construcción del Palacio Antiguo, una gran estructura de planta cuadrangular y formada por varios patios. Las fortificaciones del período Paleoasirio evidencian que la defensa interior de la capital de Asiria se extendía por el oeste y suroeste de la misma, hasta que alrededor del 1500 a. C. el monarca Puzur-Assur III fortificó la parte meridional, la que se conoce como “Ciudad nueva”.
- El reino Medioasirio
Tras unos años de debilidad que coinciden con el máximo apogeo del vecino del norte, Mitanni, la ciudad de Assur vivió una nueva época de esplendor entre los siglos XIV y XIII a. C. Es la conocida como época Medioasiria.
Assur-Nirari I levantó un templo a Sin y Shamash, un nuevo santuario dedicado a Ishtar y comenzaron a erigirse las famosas “Filas de Estelas” de Assur. Dos alineaciones de estelas de piedras, situadas entre la muralla interior y exterior, pertenecientes a los reyes y reinas de Asiria —las situadas al norte— y a los altos funcionarios —la fila del sur—.
En esta época Asiria experimentó una expansión sin precedentes. Tukulti Ninurta I llegó hasta el Mediterráneo y conquistó Babilonia, unificando toda Mesopotamia durante un breve período de tiempo.
Por lo que se refiere a la ciudad de Assur, Tukulti Ninurta llevó a cabo importantes proyectos arquitectónicos. Refundó el templo de Ishtar, erigió un nuevo recinto fortificado dotado de foso. Levantó un nuevo palacio sobre una gran terraza de adobe en la parte noroeste de la ciudad. Todo ello rodeado por nuevas construcciones que en el siglo IX a. C., ya en época neoasiria, serían eliminadas para construir un barrio residencial. Al este del palacio, un templo dedicado a Anu y Adad y otro a Sin y a Shamash quedarían definidos en época medioasiria.
Del reinado de Tukulti Ninurta I la misión alemana pudo obtener una importante información sobre la arquitectura doméstica de la ciudad y sus barrios, en donde se encontró una importante cantidad de textos.
Assur en el I milenio a. C. El Imperio Neoasirio
Con la llegada del I milenio a. C. el Imperio Asirio vivirá su época de mayor gloria. Sin embargo en esta época la capital del imperio se trasladará primero a Kalhu o Nimrud, después a Dur Sharrukin y, por último a Nínive. No obstante, Salmanasar III desarrollaría a mediados del IX a. C. la fortificación y las puertas de la ciudad de Assur. Salmanasar construyó un nuevo recinto amurallado hacia el sur. La nueva muralla tenía unos 10 metros de ancho con torres y puertas intercaladas. Una de las más sorprendentes la Puerta de Tabira.
Pero si la acrópolis de Assur en tiempos de Salamanasar III es bien conocida, no lo es menos los barrios de la ciudad baja excavados al norte y centro de la ciudad y en los que se encontraron archivos y documentos de todo tipo.
Si no como capital de Asiria, Assur seguiría conservando su importancia cultual, pues al fin y al cabo era la sede del dios nacional. Además, seguía siendo un lugar central en la red de caminos reales. En el templo de Assur se produjeron algunas remodelaciones como las efectuadas por Senaquerib en la casa de la Fiesta de Año Nuevo o Akitu y la Vía de las Procesiones, en relación con la idea de otorgar al dios Assur un carácter universal.
Poco a poco Assur quedaría relegada a ciudad ceremonial en la que se coronaban los reyes asirios y. dónde estos mismos, recibirían sepultura en los Hipogeos Reales situados bajo el palacio Antiguo.
Después de la caída del Imperio Neoasirio en el VII a. C. desconocemos que fue de su capital en los siguientes siglos. En el siglo II a. C. fue ocupada por los partos, quienes llamaron a la ciudad Libanae hicieron de ella un importante centro administrativo. De esta época es el palacio parto cuya fachada se encuentra reconstruida en el Vorderasiatisches de Berlín.
Pero la llegada de las sasánidas trajo su destrucción después de que Sapur I arrasase toda la región alrededor del 256 a. C. A partir de entonces no sabemos nada de Assur durante los siguientes mil años. Habrá que esperar hasta la llegada de los zanjíes y los iljaníes de Mosul en los siglos XIII y XIV para que volvamos a tener constancia de una ocupación en la antigua capital asiria, atestiguada por el hallazgo de numerosas monedas.
Las tumbas reales de Assur
En 1912, Walter Andrae y su equipo realizaron un hallazgo excepcional al sur del Palacio Antiguo. Se trataba de unos hipogeos que contenían las tumbas de los reyes de Asiria. Este conjunto de tumbas es un verdadero panteón real. Una construcción única, con una cubierta abovedada, bajo tierra y a la que se accedía a través de una escalera situada en el Palacio Antiguo.
Otros enterramientos
Además de las famosas tumbas reales, las excavaciones arqueológicas encontraron más de 80 cuerpos humanos que habían sido enterrados en Assur. La mayoría pertenecen a Época Islámica y a la Edad del Bronce y murieron entre los 30 y 40 años. Solo unos pocos superaron los 50 y unos pocos cuerpos datados en la Edad del Bronce pertenecían a bebés.
Entre la información que proporciana los huesos, podemos ver como muchos de estos individuos sufrieron caries y enfermedades degenerativas de las articulaciones. También se documentaron casos aislados de trepanaciones, cáncer de huesos y lesiones craneales que se curaron y el individuo sobrevivió.
La ciudad de Assur en Berlín
En 1928 Walter Andrae fue nombrado director de la sección del Asia Anterior del museo de Berlín, allí, además de encargarse de la formación y reconstrucción de la Puerta de Ishtar o la Vía de las Procesiones de Babilonia, también se reconstruyeron dos criptas de ladrillo procedentes de las casas de Assur, la cripta real de Assurnasirpal II en la planta del zócalo o una parte de la fachada del palacio de época parta.
La cripta fue reconstruida siguiendo los datos tomados in situ y con las medidas originales. Al igual que la original de Assur, bajo los suelos del Palacio Antiguo, a la cripta de Berlín se accede por una empinada rampa donde se encuentra el sarcófago de basalto del rey asirio.
El “Proyecto Assur”
Los hallazgos de Assur se repartieron entre Alemania y el Imperio Otomano. Una parte de los mismos fueron a parar al Vorderasiatisches Museum de Berlín (Museo del Próximo Oriente) y el Museo de Arqueología de Estambul.
La misión alemana encabezada por Andrae publicó excelentes mapas, planos y reconstituciones de las construcciones de Assur, pero los objetos arqueológicos prácticamente no se estudiaron.
Tras la reunificación de Alemania empezó la colaboración entre la Sociedad Orientalista Alemana, el Vorderasiatisches y la Freie Universität de Berlín. Así, en 1997, se ponía en marcha el “Assur Projekt” o “Proyecto Assur”, en el que una treintena de arqueólogos, dibujantes y fotógrafos comenzaron a documentar y estudiar los objetos procedentes de la excavación.
La principal complicación con la que se encontraron estos investigadores fue la insuficiencia de la documentación conforme a los estándares actuales, pues aunque la excavación de aquel entonces fue modélica, carecía de la tecnología y conocimientos actuales.
El dios Assur
Pero Assur no era solo el nombre de la ciudad, también era el nombre de la deidad principal de los asirios. Assur era su ciudad y su principal lugar de culto. De hecho la ciudad siempre tuvo un especial significado religioso, y aún cuando la capitalidad del Imperio Asirio se trasladó a otras ciudades, los monarcas seguían coronándose en Assur.
De hecho no se sabe si fue antes el dios o la ciudad. Lo que sí sabemos es que es un dios al que se rendía culto desde tiempos muy tempranos y que en su origen se le representaba con forma de árbol, ya que se le consideraba un dios protector del mundo vegetal.
Pero Assur también era un dios guerrero y belicoso, por eso los monarcas asirios tenían la obligación de llevar a cabo una expansión continua de los dominios de Asiria y de acabar con cualquier enemigo.
Por otro lado, su importancia llegó a ser tan grande que un buen número de monarcas de monarcas neoasirios del I milenio a. C. llevaban en su nombre el término Assur. El mejor ejemplo de ello es el rey Assurbanipal.
Los alrededores de Assur
Con la construcción de una presa en la zona comenzó un estudio que pretendía investigar los posibles yacimientos que quedarían anegados bajo las aguas, entre los que se incluían Kar Tukulti Ninurta, otra antigua capital asiria.
El resultado de estos trabajos fue el descubrimiento de 63 sitios de los que 15 fueron excavados, y cuya ocupación varía desde el periodo Calcolítico hasta época islámica.
Entre lo más destacado destacan dos edificios circulares de la Edad del Bronce, aunque también se ha obtenido información de viviendas y enterramientos de época medioasiria y neoasiria.