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El comercio en la península de Arabia
La península Arábiga es un territorio muy diverso que ofrece oportunidades y capacidades desiguales a sus habitantes. Mientras que en el sur, los estados de Saba, Dilmún y Magán alcanzan en las fuentes un aspecto semilegendario gracias a sus riquezas, el resto de habitantes de Arabia son despreciados debido a su modo de vida.
En la Antigüedad, las ciudades más importantes de Arabia, se encontraban dispersas por toda su geografía. En el noreste, la ciudad más importante en época helenística fue la conocida por los griegos como Gerrha. Una ciudad portuaria que actuaba como centro redistribuidor de productos que llegaban de otras zonas de la península Arábiga y de la India.
En el sur de Arabia, el terreno montañoso dificultaba la formación de un único poder, por lo que el poder político estaba fragmentado entre varios pueblos, unidos cada uno bajo un dios patrón y dirigidos por un gobernador.
Fuentes para el estudio del comercio en Petra
Si las fuentes más antiguas se centran en los reinos del sur de Arabia, a partir de época grecoromana y parta, las fuentes para el estudio de la Arabia central y del norte aumentan. Estrabón o Plinio el Viejo hablan de esta región en sus obras, distinguiendo entre Arabia Felix, la península y Arabia Deserta, principalmente el desierto sirio. Además, Ptolomeo en su Geographia subdivide la Arabia Deserta, en la que incluyó la Arabia Petraea, que se extendía desde el delta del Nilo hasta el sur de Damasco, territorio que se corresponde, a grandes rasgos, con el del reino nabateo de Petra.
Además, otra fuente escrita de primer orden para el estudio de los nabateos y del comercio en Petra es la escritura que los propios nabateos desarrollaron. Sin olvidarnos, por supuesto de la arqueología.
Los nabateos y el comercio en Petra
El territorio de los nabateos se extendía desde las tierras de lava al sur de Damasco al norte hasta el golfo de Aqaba al sur. Petra fue capaz de mantener su independencia gracias a la habilidad de sus gentes para no provocar graves incidentes con Ptolomeos y Seleúcidas. Así, pudo controlar una importante ruta de caravanas que iba desde la Arabia Felix al sur, esforzándose en todo momento por tener salida al mar controlando dos puertos:
- Aila, en el golfo de Aaba
- Leuke Come, en la costa árabe del mar Rojo
Aunque es poco lo que sabemos del inicio del final del período helenístico en Próximo Oriente y el comienzo del dominio romano en Palestina y Siria, es posible que fuese en estos momentos cuando los nabateos comenzasen a penetrar en zonas del norte y a comienzos del siglo I controlasen toda la ruta entre Petra y Damasco y las ciudades por la que esta pasaba. Resulta curioso que esta expansión hacia el norte no se vio acompañada de otra hacia el sur, ya que los nabateos nunca avanzaron más allá de Nejd.
Pero no debemos olvidarnos que los nabateos de Petra no vivían únicamente del comercio. También poseían grandes rebaños de camellos y ganado menor y eran buenos agricultores, como demuestran sus complejas obras hidráulicas. Basándose en una economía agrícola y ganadera diversificada y aprovechando que era el último lugar de descanso entre Aqaba y el Mediterráneo en un contexto internacional favorable, los nabateos sacaron grandes beneficios del comercio de plantas aromáticas y especias.
La rentabilidad obtenida en Petra con el comercio supuso un impulso a los nabateos para para constituirse en un estado monárquico en el II a. C. Sin embargo, la primera acuñación de moneda conocida en Petra se produjo en una fecha tardía, en el siglo I a. C. durante los reinados de Aretas II o Aretas III. Eso sí, son monedas de escasa calidad y con un aire helenístico, hasta que más tarde, con Aretas IV y sus sucesores se acuñen monedas de planta, aunque la calidad siguiese dejando que desear.
Los productos intercambiados
Productos como el incienso y las especias adquirieron tal importancia que llegaron a dar nombre a algunas rutas caravaneras por las que eran el principal bien en circulación. Hoy en día las especias se utilizan como condimentos en las comidas, pero para las gentes de la antigüedad también era un producto que podían emplear en la preparación de ungüentos, perfumes, cosméticos o drogas.
La mayoría de las especias eran originarias de regiones tropicales de Asia y de las islas Molucas y son citadas en las fuentes mediante términos como:
- Aromata: Especia utilizada en la elaboración de perfumes.
- Thymiamata: Empleada para el incienso. El incienso es una gomorresina en forma de lágrima que al arder desprende un olor aromático. Se obtiene de árboles de África, India y Arabia y aunque existen diferentes variedades, el más preciado es el que se obtiene de árboles de la familia de las boswelias. El incienso se utilizaba en la antigüedad en rituales religiosos, uso que se sigue manteniendo en algunas religiones actuales.
- Condimenta: Utilizada como conservante, como condimento en comidas y vino o para embalsamar. Los más habituales eran canela, cardamomo, casia, clavo, jenjibre y pimienta y, según la ley romana, eran los productos que soportaban los impuestos más altos, lo que deja claro que se trataba de artículos de lujo.
- Theriaca: Sustancia utilizada como antídoto contra ciertos venenos.
La importancia de estos productos radica en su fragancia y sabor y su uso fue muy común en bastantes culturas. Además de en ambientes doméstico, también se utilizaban para preparar alimentos y bebidas en templos y ceremonias públicas. Al ser productos foráneos difíciles de obtener se convirtieron en artículos de lujo, comparables a piedras preciosas y a sedas, que se intercambiaban por oro.