¿Qué es el Caballo de Troya?
Según el ciclo homérico y, sobre todo, la Eneida de Virgilio, los griegos habían perdido prácticamente la esperanza de tomar Troya por las armas así que decidieron construir un caballo de madera hueco en el que se introducirían varios soldados por una trampilla oculta.
Como en otros episodios de la Ilíada el autor del ingenioso plan fue Ulises, aunque la dirección de los trabajos corrió a cargo de Epeo, un maestro carpintero y boxeador con fama de cobarde, que se encontraba en la guerra al mando de varias embarcaciones procedentes de las cícladas y que solo tardó 3 días en terminar el trabajo.
El Plan
El plan ideado por los griegos era el siguiente. Después de 10 años de guerra en Troya harían creer a los troyanos que retornarían a sus casas dejando un gran caballo de madera como ofrenda a Atenea, quemando las tiendas del campamento y zarpando con sus barcos por la noche dejando en tierra a Sinón.
Pero en vez de marchar a Grecia, pusieron rumbo a la cercana isla de Tenedos donde escondieron las embarcaciones. Por su parte, Sinón se hizo pasar por un desertor aqueo que hizo creer a los troyanos que el caballo era una ofrenda para que los dioses les proporcionasen un buen viaje de vuelta, por lo que los habitantes de Troya optaron por introducirlo dentro de las murallas.
En realidad, el cometido de Sinón era encender un faro cuando la ciudad durmiese para que los barcos supiesen que era seguro atracar en la costa troyana y liberar la trampilla del caballo para que saliesen el resto de soldados, abriesen las puertas de la ciudad y poder tomar la ciudad.
¿Cómo era el Caballo de Troya?
Tal instrumento podría haber sido un ariete o una plataforma elevada sobre cuatro pilares que habría permitido a los aqueos salvar la altura de la muralla de Troya. La presencia de estos artefactos en el campo de batalla en momentos tan tempranos no debería extrañarnos, ya que en relieves hititas y asirios aparecen representados arietes y máquinas de asalto.
¿Existió el Caballo de Troya?
Parece claro que la utilización de un caballo de madera hueco para tomar la ciudad de Troya se trata de un elemento de ficción utilizado por el poeta Homero que no debió existir en realidad. Lo que sí se ha pensado es que los griegos pudieron haber utilizado una máquina de asalto en lugar de un caballo en su ofensiva final.
En cualquier caso, que un grupo de soldados hubiesen conseguido acceder a la ciudadela de Troya usando la estratagema del caballo parece poco probable, aunque no hay ninguna evidencia que lo permita descartar del todo. En cualquier caso, parece más razonable pensar que se trate de un recurso poético utilizado para recrear un acontecimiento real.
Tampoco parece creíble que la flota aquea pudiese esconderse en las islas cercanas y volver a desembarcar en la costa sin ser advertidos por los troyanos una vez que el caballo se encontraba dentro de la ciudad. También parece inverosímil la facilidad con la que los griegos, una vez en el interior de Troya, consiguieron abrir las puertas de la muralla para que pudiese acceder el grueso del ejército aqueo.
Pero ¿quién sería capaz de imaginar tales hechos si no hubieran sucedido en la realidad? J. V. Luce cree haber encontrado un antecedente a esta historia en un relato egipcio en el que se cuenta como el ejército consiguió tomar una ciudad de Canaán escondiéndose los soldados en el interior de sacos. Dichos sacos fueron confundidos por mercancías e introducidos en la ciudad por sus propios habitantes, con lo que los soldados egipcios, una vez en el interior, pudieron llevar a cabo su misión.
Es posible que este relato fuese conocido por los antiguos rapsodas griegos, quienes uniendo diferentes narraciones y tradiciones llegasen a conformar un relato en el que un caballo de madera hueco jugase un papel fundamental en la historia.
¿Cuántas personas cabían en el caballo?
Depende de la fuente que se consulte el número de los soldados griegos que se escondieron en su interior varía. En cualquier caso si seguimos la Ilíada, Homero dice que en en él se introdujeron 100 hombres.