La ciudad de Hatra se caracteriza por una contundente arquitectura que revela su importancia en la antigüedad. Una potente muralla y unas ruinas bien conservadas sorprenden al visitante hoy en día pero ¿Cómo era la ciudad de Hatra en Iraq?
La muralla de Hatra
Hoy en día, las ruinas de Hatra se presentan como una circunferencia imperfecta enorme de alrededor de 3 km de diámetro rodeada por una triple muralla. La exterior, la principal, construida con adobe y piedras, de 8 m. de grosor, con 163 torres pequeñas y 28 más grandes, tenía varios bastiones y puertas de las que se han excavado dos en los últimos años, y un foso con terraplén en el borde exterior. Esta muralla constituyó la única pero inexpugnable defensa de Hatra hasta el cerco de los sasánidas.
A unos 11 m. de distancia de la muralla principal se colocó un muro interior que apenas se ha conservado y que tendría igualmente 8 m. de grosor y también estaba construido con piedras y adobe.
Por otro lado, la misión polaca que excavó en Hatra descubrió unos 200 m. de una fortificación interior hasta entonces desconocida. Esta muralla interna era la más antigua de la ciudad. Además las fotografías aéreas y por satélite permiten distinguir a unos 500 m. de distancia de la muralla exterior un perímetro ataludado de tierra que sería la evidencia de algún asedio romano o sasánida.
La red viaria de Hatra
Desde el aire se ve una red viaria perfectamente trazada. Hatra se caracteriza por la existencia de vías principales y secundarias con manzanas de viviendas. Por tanto, la red viaria de Hatra parece bien conocida, pero no es así. Al menos no por medio de excavaciones arqueológicas. A través de fotografías desde aéreas se ve con claridad lo irregular de su trazado, con su esquema de callejones, arquitectura doméstica aglutinante y tendente a formar barrios autónomos.
Las casas de Hatra
De las pocas casas que se excavaron sorprende su buen estado de conservación. De todas ellas destaca la conocida como Ma’un, una gran construcción supuestamente doméstica con iwan (habitación típicamente parta común en las casas y templos de Hatra), pórtico y numerosas estancias y, alrededor de ella, grupos de casas menores.
Una misión italiana excavó a comienzos de los 90 una casa de gran tamaño, que deparó hallazgos de notable interés. Se trata de la hoy llamada Casa A, una gran estructura de unos 1850 m2 de superficie. La casa tiene una forma más o menos triangular, con un gran patio trapezoidal dotado de iwan, que forma el núcleo del cuerpo más antiguo; en su última etapa se le añadieron otras estructuras de carácter doméstico al oeste que también contaban con un patio y un iwan.
Esta Casa A de Hatra fue construida con piedras y adobes y poseía albañales y cocinas. Una de sus estancias tiene paredes revocadas y decoradas con pinturas de escenas de caza, lo que le da un inconfundible aire parto. Esta casa y la anterior Ma’un han podido ser datadas gracias a fragmentos de esculturas que contenían inscripciones en torno al 200 d. C., en época del rey Absamiya. Las cerámicas aparecidas en estas estructuras también son de época parta.
El recinto principal de Hatra
En el centro de la ciudad de Hatra se situaba un gran temenos llamado Bait Alaha, que significa «Casa de Dios». Una superficie de 14 ha delimitadas por un muro perimetral de piedra de unos 435 por 320 m de lado en la que se encontraron siete complejos menores. El conjunto tenía varias entradas, pero la principal , con cuatro torres y tres puertas, se encontraba al oeste y daba acceso a un enorme patio de 300 m de lado, libre de edificios y rodeado por arcos. Al fondo de este patio se levantaron varios templos y las dos entradas al complejo de varios iwan, con el templo de Shamash.
En el eje de la entrada principal del temenos, a la altura del centro del muro que aísla el complejo de Shamash, se construyó el Templo E, una construcción dedicada a Maran, el principal dios de la triada de Hatra. Es posible que en este templo se conservasen estatuas de Apolo y Poseidón, pero sus características arquitectónicas con doble períptero, podium, escalinata o frontón con arquivolta son propias del mundo de Hatra.
Al recinto principal se accede a través de dos grandes puertas monumentales y desde ellas se puede apreciar al fondo el iwan con relieves, esculturas e inscripciones que recuerdan a los señores y a los reyes de Hatra. Adosado al norte se construyó otro iwan con muros de impresionante altura.