Helena de Troya

Helena de Troya era hija del dios Zeus y del rey de Esparta. Su fuga junto a Paris a Troya fue el desencadenante de la guerra entre griegos y troyanos narrada por Homero en la Ilíada.

Helena de Troya

¿Quién fue Helena de Troya?

Helena de Troya era hija del dios Zeus y Leda, la esposa del rey de Esparta, y hermana de Clitemnestra y Cástor y Pólux, conocidos como los Dioscuros. Otras tradiciones más tardías la suponen hija de la diosa Némesis.

Según los autores clásicos su belleza era reconocida en todo el mundo. Tanto es así que llegó a tener varios pretendiente, es más, su rapto por parte de Paris o Alejandro cuando estaba casada con Menelao fue el desencadenante de la Guerra de Troya.

Según las fuentes Helena era una mujer melancólica y triste, arrepentida de su boda con Menelao, por lo que decidió huir con el hijo del rey de Troya.

Tal era su belleza que, según nos cuenta Plinio, fue pintada por Zeuxis, un pintor griego del siglo V a. C. y comienzos del IV a. C. Para realizar su obra Zeuxis eligió a 5 de las chicas más bellas de Grecia como modelo, dibujando lo mejor de cada una de ellas con el objetivo de obtener un rostro perfecto que se asemejase al de Helena de Troya.

Muchos jóvenes de Grecia se disputaban su mano. Incluso en su juventud fue secuestrada por Teseo, el fundador de Atenas según la tradición quien la dejó al cargo de su madre en Atenas, aunque finalmente la ciudad fue invadida por los hermanos de Helena quienes consiguieron liberarla.

Helena y Menelao

Pero ante los problemas para encontrar al candidato idea, el rey de Esparta y marido de su esposa, Tindaro, optó porque Helena se casase con quien ella eligiese. Finalmente se decantó por Menelao, con quien gobernó en Esparta durante una década tras la abdicación de Tíndaro y Leda.

Años más tarde de la unión entre Menelao y Tetis se celebró la boda entre Peleo y Tetis, los padres deF Aquiles, a la que acudieron los dioses griegos. Durante el banquete apareció Éride, la diosa de la discordia y tras soltar una manzana en la mesa pronunció las siguientes palabras: «para la más bella». Al instante, Afrodita, Hera y Atenea se disputaron la posesión de la manzana, pero Zeus ordenó que quien decidiese quien era la más bella fuese el príncipe Paris de Troya.

Paris / Alejandro no tuvo otra opción que acatar la voluntad de Zeus y decantarse por una. Para ayudarle en su juicio cada diosa le ofreció un presente a cambio de que la eligiese a ella y fue Afrodita, tras ofrecerle el amor de Helena, quien resultaría elegida.

El rapto de Helena

Hubo de pasar un tiempo hasta que Afrodita pudiese cumplir su promesa. Tal cosa sucedió cuando Paris fue enviado en una embajada a Esparta. Al encontrarse Helena y Alejandro, Afrodita hizo que ella se enamorase de él y se fugaron juntos a Troya, lo que provocaría la guerra de Troya cantada por Homero en la Ilíada.

Tal secuestro despertó la furia de Menelao, quien pidió ayuda a Agamenón, rey de Micenas, y por aquel entonces monarca más poderoso de Grecia y con quien el resto de reyes habían realizado un juramento por el cual le ayudarían cuando él se lo pidiese. Agamenón invocó este antiguo pacto y la mayoría de reyes griegos se embarcaron en una expedición para conquistar Troya y devolver a Helena a su legítimo esposo.

Tras prolongarse durante 10 años, el resultado de la guerra es por todos conocidos, pero lo que aquí nos interesa es que Helena de Troya finalmente volvió a Esparta con Menelao, así al menos lo cuenta Virgilio en la Eneida.

Helena de Troya en el arte

Al igual que otros de los protagonistas de la guerra de Troya o de los principales dioses de la mitología clásica,, la figura de Helena ha sido ampliamente representada en cerámicas, cuadros, murales o mosaicos.

En estas representaciones predominan dos hechos de su vida: el rapto de Helena por parte de Alejandro y el encuentro con Menelao una vez finalizada la guerra.

Algunas cerámicas áticas representan la boda de Helena y Menelao, aunque son más las que muestran a Helena de Troya junto a Paris junto con un amor revoloteando entre ellos o a la diosa Afrodita intentando que Helena se enamore del príncipe troyano. Esta última escena está presente en un pintura de Pompeya encontrada en la casa de Sacerdos Amando y que data del 35-45 d. C.

Pero sin duda, el motivo más representado es el rapto de Helena.

En los próximos días iremos ampliando la información sobre Helena de Troya. ¡No te lo pierdas!